A 50 años del último alunizaje de Estados Unidos, este jueves aterrizó exitosamente en suelo lunar la nave espacial Odysseus, parte de una nueva flota de robots comerciales sin tripulación financiados por la NASA y destinados a allanar el camino para las misiones de astronautas.
El descenso tan temido duró aproximadamente una hora. "Odiseo" había despegado el pasado 15 de febrero desde Florida con varios experimentos de la NASA y tuvo su aterrizaje en la Luna este jueves. Sin embargo, en la superficie tendrá pocos días para hacer sus experimentos antes de que prácticamente se congele, debido a las bajas temperaturas lunares.
"Sé que esto fue motivo de morderse las uñas, pero estamos en la superficie y estamos transmitiendo", anunció en la transmisión web el director ejecutivo de la empresa estadounidense Intuitive Machines, Steve Altemus. "Bienvenido a la Luna".
El mes pasado, otra empresa estadounidense había fracasado en su intento de llegar a la Luna, lo que aumentaba las apuestas para demostrar que la industria privada tenía lo que hay que tener para repetir una hazaña lograda por última vez por la NASA durante su misión tripulada Apolo 17 en 1972.
Cuál es el objetivo de la misión
Las cargas útiles de la NASA a bordo del módulo de aterrizaje pretenden ayudarnos a conocer mejor el terreno y las comunicaciones cerca del Polo Sur lunar.
El módulo en cuestión transporta seis cargamentos privados (incluidas unas esculturas del artista Jeff Koons que representan las fases de la Luna) y seis instrumentos científicos de la NASA.
Además, lleva unas cámaras que analizarán la cantidad de polvo arrojado durante el descenso, con el fin de compararlo con los alunizajes anteriores. Funcionará con paneles solares y se espera que esté activo siete días desde el momento en que se posa. Después quedará inoperativo.