Las frases argentinas forman parte de nuestra cultura y nos sirven también para entender nuestra historia. ¿De dónde surge la típica frase "andá a contarle a Magoya" y a quién se refieren con este nombre?
La Argentina tiene más de doscientos años de historia como país y, desde entonces, las frases populares se transmiten de generación en generación. A veces, en medio de estos traspasos, se pierde el sentido original de la expresión o, bien, se olvida cuál fue el verdadero origen.
Entre las principales frases argentinas, se encuentra "andá a contarle a Magoya" o sus variantes "que te lo pague Magoya", "andá a reclamarle a Magoya", etc. ¿De dónde sale esta frase tan usada en nuestro país?
Quién es Magoya y por qué hay que contarle cosas
Las frases que vinculan a Magoya con problemas que no pueden resolverse o con situaciones de las que el interlocutor no quiere hacerse cargo, tienen más de 100 años de historia en Argentina. Habría surgido del lunfardo, la jerga aplicada por la gente de clase baja de Buenos Aires y sus alrededores.
Al igual que "Montoto", "Mengano", "Fulano" y "Zultano", "Magoya" es un nombre ficticio creado por el imaginario social argentino. No hay un registro de que exista una persona con ese nombre en la historia argentina: se cree que lo crearon pura y excusivamente para propósitos lingüísticos.
Esta frase en general, y este personaje en particular, surgen con el fin de no hacerse cargo de lo que sucederá en el futuro o, bien, para aludir a que no hay solución para una determinada decisión equivocada.
