Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) alertó este domingo sobre “un persistente y profundo deterioro en el poder de compra” de la jubilación al punto tal que, si las actuales condiciones persisten, el valor real de los montos que perciben los jubilados y pensionados podría caer más bajo que tras la crisis del 2001, en lo que constituiría su mayor deterioro en el último siglo.
Basándose en un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), IDESA se hizo eco del dato según el cual “la Administración Pública Nacional logró en enero un superávit financiero equivalente a 0,2% del PBI”, lo cual significa que “los ingresos superaron a los gastos” en consonancia con los objetivos de “déficit cero” del Gobierno.
Sin embargo, el instituto advirtió enseguida que tal superávit “se logró gracias a una fuerte y generalizada reducción real del gasto público”, dentro de la cual “la caída en el valor real del gasto en jubilaciones y pensiones es la más decisiva” de las variables. En otras palabras, aunque la reducción del gasto en sí misma pueda verse como un hecho positivo, la principal causa de esa baja fue “la fuerte caída” del “gasto social” y, sobre todo, de la jubilación.
No es la primera vez que el ajuste fiscal se sostiene licuando jubilaciones, pero nunca con este nivel de intensidad.
Para medir el poder adquisitivo de las jubilaciones, IDESA observó “la tendencia del haber mínimo –que es el que mejor refleja la movilidad de las jubilaciones– en lo que va del siglo”. De este modo, el estudio arrojó que “la jubilación mínima en el 2002 fue de $83.078 a precios de diciembre 2023”, valor que, llevado efectivamente a diciembre de 2023, debió haberse ubicado en los $127.858. Sin embargo, el haber mínimo fue de $105.713 durante el último mes del año pasado.
“Estos datos muestran un persistente y profundo deterioro en el poder de compra de las jubilaciones. El monto en diciembre del 2023 es inferior al promedio de todo el 2023 y se ubica cerca del menor valor que tuvo en el siglo que fue el del 2002. Dado que las jubilaciones se ajustarán recién en marzo del 2024, suponiendo que la inflación en enero sea aproximadamente del 20%, el valor real de las jubilaciones en enero 2024 será el equivalente a $88.094 a precios de diciembre 2023”, explicaron desde IDESA.
En tanto, “en febrero seguramente se ubicará por debajo del valor real que tenían en el 2002”, es decir que, en el segundo mes de este año "las jubilaciones tendrán el menor valor real del siglo XXI”, añadieron.
Dicho esto, los analistas consideraron que “la estrategia de equilibrar las cuentas públicas en base a la licuación de jubilaciones es muy endeble”, porque, por un lado, “tiene un impacto muy regresivo y genera tensiones políticas”. Por el otro, “porque aumenta las demandas judiciales contra la ANSES debido a que la justicia previsional no tolera la licuación" de la jubilación. “No es la primera vez que el ajuste fiscal se sostiene licuando jubilaciones, pero nunca con este nivel de intensidad”, alertaron.