El cine nos ha regalado algunas de las historias más emocionantes, pero también algunas de las más peligrosas. Una idea que parecía buena terminó en un rodaje accidentado y sangriento. ¿Cómo se filmó la película "más peligrosa de la historia", que casi le cuesta la vida a todo el elenco?

"Roar" -traída a Hispanoamérica como "El gran rugido"- fue pensada por Noel Marshall, el productor de “El exorcista”. En un viaje a África junto a su mujer Tippi Hedren (actriz y madre de Melanie Griffith), descubrió una cabaña habitada por leones que sirvió de inspiración para el film.

Cuando volvió a California, Marshall llegó con una idea fija: hacer una película sobre leones que enfatice acerca de la preservación y conservación de los animales. Con ese film en mente, comenzó a adquirir animales, para grabar la película en Hollywood.

Para el comienzo de las grabaciones, Marshall contaba con 71 leones, 26 tigres y un tigón (un híbrido entre un tigre y un león), 9 panteras negras, 10 pumas, 2 jaguares, 4 leopardos, 2 elefantes, 6 cisnes negros, 4 gansos canadienses, 4 grullas, 2 pavoreales, 7 flamencos y una cigüeña marabú. ¿Qué sucedió para que se convirtiera en la película más peligrosa de la historia?

Por qué El gran rugido fue la película más peligrosa de la historia

Con nada menos que 11 años de rodaje, "El gran rugido" se volvió la película más peligrosa de la historia por los daños que sufrió su elenco. Los actores, que formaban parte de la propia familia del director, debieron convivir con animales salvajes, sin entrenadores ni cuidadores.

Un día de filmación costaba 4000 dólares por los daños que causaban los animales y, aunque declararon que "ningún animal fue herido durante la filmación", también destacaron que "70 miembros del equipo técnico y artístico sí lo fueron”. Y como para no serlo, si se trataba nada menos que de 200 animales salvajes conviviendo en un mismo espacio y sin ningún entrenamiento.

Los accidentes del equipo iban desde mordidas hasta ataques de garras. Entre los más graves y que tuvieron consecuencias tanto en el corto como en el largo plazo se encuentran

• El hijo de Noel, John, recibió tremendo corte en el cuero cabelludo que le costó 56 puntadas.
• Tippi Hedren, la esposa de Noel, se quebró una pierna contra un tronco luego de que un elefante la arrojara desde su lomo.
• Melanie Griffith sufrió también una herida en el rostro, que le costó no solo hospitalización sino cirugía reconstructiva.
• El propio director se unió en una escena a una pelea de leones. Como resultado, tuvo un corte sumamente profundo en la mano, que lo llevó al hospital y puso en peligro su propia vida.

La peor noticia es que, además de haber padecido el rodaje, ni siquiera pudieron disfrutar de los resultados posteriores. El gran rugido fue un fracaso en taquilla al punto en que solo recuperó 2 millones de los 17 que había gastado en hacerla. “Sé lo estúpido que fue hacer esa película, me asombra que nadie haya muerto en ella”, se arrepintió el director.