En los últimos años, la tecnología blockchain volteó el tablero del escenario financiero global como un innovador sistema descentralizado que promete revolucionar la forma en que se realizan las transacciones. En este contexto, Argentina no se quedó atrás, experimentando un crecimiento significativo en el uso, compra y venta de criptomonedas respaldadas por esta tecnología emergente.
La adopción más notable de esta tecnología tuvo lugar en el ámbito de las criptomonedas, —donde destacan Bitcoin, Ethereum y BNB—. Estos tókenes digitales utilizan la blockchain para gestionar y verificar las transacciones de forma descentralizada, sin depender de instituciones financieras tradicionales.
En Argentina, la creciente aceptación de las criptodivisas llevaron a un aumento en su uso como medio de intercambio y almacenamiento de valor.
¿Qué es la Tecnología Blockchain?
En esencia, la blockchain es un registro digital distribuido y seguro que permite la creación de bases de datos descentralizadas.
Cada bloque de información contiene un conjunto de datos y un código único llamado "hash", y estos bloques están interconectados de manera que cualquier modificación en uno afecta a todos los demás. Este diseño asegura la transparencia, la inmutabilidad y la seguridad de la información, eliminando la necesidad de intermediarios.
Pese a que la tecnología de la cadena de bloques es anterior a Bitcoin, es un componente central subyacente en la mayoría de las redes de criptomonedas, actuando como un libro de contabilidad digital descentralizado, distribuido y público que se encarga de mantener un registro permanente (cadena de bloques) de todas las transacciones confirmadas anteriormente.
Las transacciones de la cadena de bloques ocurren dentro de una red "peer-to-peer" (persona a persona) de computadoras distribuidas globalmente (nodos). Cada nodo mantiene una copia de la cadena de bloques y contribuye al funcionamiento y la seguridad de la red. Esto es lo que hace que Bitcoin sea una moneda digital descentralizada, sin fronteras, resistente a la censura y que no requiere intermediación de terceros.
El llamado algoritmo de consenso Prueba de Trabajo es lo que hizo posible que Bitcoin se construyera como un sistema de tolerancia a fallas bizantinas (BFT), lo que significa que su cadena de bloques puede operar continuamente como una red distribuida, incluso si algunos de los participantes (nodos) presentan comportamiento deshonesto o funcionalidad ineficiente. El algoritmo de consenso Prueba de Trabajo es un elemento esencial del proceso de minería de Bitcoin.
Su origen histórico
En ese sentido, es menester destaca que el primer prototipo de una cadena de bloques se remonta a principios de la década de 1990, cuando el científico de la computación Stuart Haber y el físico W. Scott Stornetta aplicaron técnicas criptográficas en una cadena de bloques como una forma de proteger documentos digitales contra la manipulación de datos.
El trabajo de Haber y Stornetta ciertamente inspiró el trabajo de Dave Bayer, Hal Finney y muchos otros científicos de la computación y entusiastas de la criptografía, lo que eventualmente condujo a la creación de Bitcoin, como el primer sistema de efectivo electrónico descentralizado (o simplemente la primera criptomoneda).
Como tecnología de libro de contabilidad distribuido (DLT), la cadena de bloques está diseñada intencionalmente para ser altamente resistente a modificaciones y fraudes (como el doble gasto). Esto es cierto porque la blockchain de Bitcoin, como una base de datos de registros, no puede ser alterada ni manipulada sin una cantidad impracticable de electricidad y potencia computacional, lo que significa que la red puede aplicar el concepto de documentos digitales "originales", haciendo que cada activa sea una forma única e inimitable de moneda digital.