La causa que interviene en las elecciones de Boca tiene una nueva jueza: Analía Romero. Esta magistrada, que llega en reemplazo de la recusada Alejandra Abrevaya, es parte de Compromiso Judicial, una agrupación de jueces cercanos al macrismo. Tiene otro dato llamativo que vuelve polémico su nombramiento: es socia activa de Boca, y nunca fue socia adherente. Es posible, por lo tanto, que ella también se aparte de la causa por ser parte interesada.
La semana pasada, la jueza Abrevaya aceptó la recusación que había presentado la lista encabezada por Juan Román Riquelme. Recién este lunes la jueza envió el expediente a sorteo, en el que quedó Romero como encargada de tomar la causa. La recusación de Abrevaya se debió a que, para suspender las elecciones en Boca, la jueza usó dos testimonios de personas cuyos nombres ocultó en la resolución y cuyas declaraciones no figuran en el expediente.
Luego de descubrir la maniobra de los testigos, y otras irregularidades que rodeaban a la jueza y a su hermano, socio activo de Boca nombrado durante la gestión de Daniel Angelici, Walter Krieger, el apoderado de la lista de Riquelme, recusó a Abrevaya. Además, el oficialismo xeneize pidió la nulidad de varias de sus resoluciones, pero Abrevaya las rechazó antes de retirarse.
Estas peculiares actitudes judiciales dispararon la hipótesis, en el riquelmismo, de que el macrismo no busca intervenir judicialmente el club ni depurar el padrón, como se especulaba antes. En cambio, creen en el entorno del ídolo de Boca, están esperando para que se vote bajo el nuevo gobierno y con alguien propio en la IGJ, buscando obtener una victoria por escritorio si la diferencia entre ambas listas es chica.