El uso excesivo de pantallas y la fascinación por pasar tiempo scrolleando en las redes sociales es cada vez más notorio y preocupante para padres y diversos organismos de salud, que están comenzando a investigar cuál es el impacto de la adicción a internet entre los más jóvenes, ya que hoy en día, por ejemplo, los chicos tienen perfiles en las redes sociales antes de los 11 años de edad.
La pregunta sobra la que está investigando Unicef es: ¿Se puede hablar de adicción cuando se piensa en el uso excesivo de internet?. En 2021, realizaron una encuesta a más de 50.000 jóvenes de entre 10 y 18 años de escuelas de España que mostró que el uso problemático de internet (UPI) "aún no es considerado una adicción por la Organización Mundial de la Salud (OMS)" pero, advirtieron, "se está convirtiendo en un problema de salud pública".
En este sentido, Liliana Urbina, Consultora Nacional en salud mental de la OMS y la OPS (Organización Panamericana de Salud), expresó, "la última versión (CIE-11), que entró en vigor el 1° de enero de 2022, incluyó el trastorno por uso de videojuegos".
El uso excesivo de internet y el tiempo en redes sociales todavía está bajo análisis, "en función de la evidencia científica que se genere". En tanto, el estudio realizado por Unicef mostró que por lo menos un tercio de los chicos encuestados padece UPI.
Qué dice el informe de Unicef sobre el uso problemático de internet entre los chicos
En los primeros resultados, encontraron que los jóvenes arrancan a utilizar internet y redes sociales cuando todavía son niños: su consumo comienza a los 10,96 años. Hoy, a dos años del primer informe, con TikTok en auge, todo indica que los resultados mostrarían un uso de internet que atenta contra la salud aún mayor por parte de los jóvenes.
El 94,8% de los adolescentes dispone de teléfono móvil con conexión a Internet y la mitad cuenta con una conexión vinculada a un contrato y al menos 1 de cada 4 dispone de datos ilimitados. El 90,8% se conecta a Internet a diario. La frecuencia de conexión aumenta con la edad, aunque el 86,4% de los adolescentes se conectan todos los días, expresa el informe.
Además, mostró que el 96,3% de los encuestados utiliza el celular, la tablet o la computadora de escritorio como principal hobby. Además de YouTube, que salió en primer lugar, las redes sociales más usadas entre los jóvenes son Instagram y TikTok. Cuando se desagrega por género, los resultados varían levemente: los varones son quienes más utilizan YouTube (un 93,8% frente a un 87,7%) y las mujeres son quienes más utilizan Instagram (un 82,5% frente a un 77,4%).
Opinión de los especialistas sobre el uso problemático de internet
Marta Braschi, pediatra y toxicóloga del Hospital de Niños "Ricardo Gutiérrez" explicó que el uso problemático de internet es una adicción "de tipo comportamental", y que en ella se produce una reacción a nivel cerebral: el aumento de dopamina, la "hormona de la felicidad", que genera una sensación de bienestar y placer y la necesidad de seguir con la actividad.
La especialista relaciona el aumento de este tipo de uso con la falta de atención de los adultos, especialmente durante los años de pandemia: "Creo que la pandemia nos llevó a esto, sin opción: estamos en una función parental distinta. Hoy, ambos padres trabajan y los pibes se quedan solos mucho más", expresó.
Qué medidas se puede tomar para cuidar a los chicos
El informe de Unicef también muestra que el momento del día en el que se incrementa el uso de pantallas es antes de dormir. El 60% de los 50.000 alumnos encuestados se va a dormir con el celular en la pieza. Casi el 22% lo usa hasta pasada la medianoche y el 31,6% lo hace más de cinco horas por día, cuando la recomendación es no pasar las tres horas diarias.
Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación por la Universidad de París y especialista en cultura juvenil y asesora en Ciudadanía Digital para la Unesco, aconseja que "hay que insistir con que a la noche pongan el teléfono a cargar fuera de la habitación".
En informe también expresa que "el hecho de que los progenitores establezcan
una serie de normas con relación al uso de los diferentes dispositivos, si bien no implica una disminución del uso problemático de Internet, sí que implica una disminución significativa de buena parte de las prácticas de riesgo online". Las actividades de riesgo son, entre otras, el acceso a pornografía, el contacto con desconocidos y el acceso a la Dark Web.
