No se sabe qué pasará con el futuro deportivo de Alejandro “Papu” Gómez. El campeón del mundo con la Selección Argentina en Qatar 2022 fue suspendido por dos años por dar positivo en un control antidoping.

En las últimas horas, se conoció qué dijo el volante de 35 años frente a la Comisión Española de Lucha Antidopaje (CELAD). El futbolista argentino, que sabía que la suspensión implica un problema grave en su actividad, intentó agotar todos los recursos posibles para que el castigo sea lo más corto posible.

El medio español Revelo tuvo acceso al primer descargo de Papu Gómez ante las autoridades. “Para evitar la sanción por el consumo de esta sustancia era necesaria una ‘justificación excepcional’, según la normativa de la AMA. Fue entonces cuando el futbolista decidió señalar a su mujer, Linda Raff”, señaló el expediente.

“Volvió a casa con una fuerte tos, razón por la cual su mujer le administró por error una cucharada del jarabe con la intención de calmar las reiteradas molestias”, continuó. La versión del Papu Gómez indicó: “Se trató de una ingesta inconsciente inducida por un error de la mujer del deportista”.

A su vez, sostuvo que el medicamento ya estaba en la casa tras ser prescrito nueve meses antes para su hijo. Además, adjuntó una fotografía con la prescripción médica de autorización para la compra del mismo. La estrategia del futbolista tiene como objetivo apuntar a un apartado del Código Mundial Antidopaje, el artículo 10.5, que permite eliminar el periodo de inhabilitación cuando el deportista demuestre ausencia de culpabilidad o negligencia.

“La contaminación de un alimento o de una bebida del deportista sea por su pareja, su entrenador o cualquier otra persona del círculo de conocidos del deportista”, expresa este apartado. Sin embargo, según publicó Revelo esta estrategia del Papu Gómez no tuvo efecto.