Luego de varios llamados entre funcionarios de la presidencia saliente y dirigentes de La Libertad Avanza, el presidente electo, Javier Milei decidió reunirse con Alberto Fernández para desayunar hoy en Olivos.
Milei salió temprano desde el Hotel Libertador hacia la Quinta de Olivos y se bajó en un semáforo, en plena Avenida Libertador, para saludar a unos niños que se asomaban por las ventanas de una combi escolar. A las 8:18 entró a la residencia presidencial que ocupará Fernández hasta el 10 de diciembre.
En el camino, además, el Volkswagen en que viajaba pasó por Núñez y recogió a Nicolás Posse, quien será el jefe de Gabinete.
Pasadas las nueve, desde la Presidencia publicaron la foto de Fernández y Milei sentados juntos, ambos con una expresión muy seria y un escueto comunicado en el que se señaló que el encuentro se llevó a cabo "con el objeto de dar inicio al proceso de transición institucional entre los equipos designados por ambos en las distintas áreas de gobierno".
Fernández y Milei habían mantenido un breve diálogo telefónico el domingo -facilitado por el diputado Eduardo Valdés y Guillermo Francos, futuro ministro del Interior-, lo que había alimentado la posibilidad de que el encuentro cara a cara se produjera el lunes, pero eso no ocurrió.
Lo que sí se dio fueron diálogos subterráneos entre dirigentes y funcionarios de ambos sectores, en medio de una creciente incertidumbre política y económica tras el contundente traspié del peronismo y el aplastante triunfo de La Libertad Avanza.
Ayer, en medio de una ola de acusaciones cruzadas, y mientras por lo bajo empezaban a intensificarse los contactos, desde Economía oficializaron el equipo para la transición económica en manos de Gabriel Rubinstein, Leonardo Madcur, Raúl Rigo y Miguel Pesce, el presidente del Banco Central.
Y confirmaron, recién pasadas las 5 de la tarde, que el ministro seguiría en su cargo hasta el 10 de diciembre, para aplicar una serie de medidas destinadas a contener el dólar, que incluirían una prórroga del tipo de cambio especial para exportadores, aunque sin devaluación.