Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertaron sobre la inminente posibilidad de tener pérdidas masivas en los trigos de la zona núcleo por la falta de agua.
Según el informe, el agua es insuficiente y del millón de hectáreas sembradas, hay 400.000 hectáreas en estado regular y 100.000 hectáreas directamente en mal estado.
"En las áreas más afectadas estiman rindes de 500 a 1500 kg/ha. Y en las más beneficiadas por lluvias, alertan una caída brusca de potencial: sin napas ni reservas, el cultivo depende solo de nuevas lluvias", explicaron.
Entonces, la pregunta que se hacen todos los productores es: "¿Va a llover?". Según los pronósticos, se esperan chaparrones para el viernes y hay posibilidad de lluvias débiles para el martes 10 de octubre, sobre la región núcleo.
Falta de agua: la mala conocida
Luego de tres campañas consecutivas en condiciones de sequía, que terminó de liquidar todas las esperanzas productivas en 2022, las expectativas para este año era indefectiblemente más positivas. Sin embargo y, pese a la confirmación del fenómeno climático "El Niño", las lluvias se hacen esperar.
El informe sostiene que en el centro sur de Santa Fe se encuentra la mayor cantidad de lotes en malas condiciones. Incluso, en Carlos Pellegrini hay un 10% de los lotes ya se ha dado por perdidos. Los productores que cuentan con animales en sus establecimientos lo están usando como forraje.
En Cañada de Gómez, los trigos están muy estresados. El 80% de los cuadros está espigando con estrés hídrico grave, "las hojas se ven encartuchadas, sufriendo. Son trigos que no lograron una buena profundización radical". En General Pinto, en el noroeste de Buenos Aires, el cereal está en período crítico con efectos de estrés hídrico, más o menos marcados, en todos los cuadros.
