El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prorrogó por otro año el veto alimentario a Occidente, una medida que rige desde 2014 tras la reincorporación de Crimea a Rusia, después de un referéndum celebrado en marzo de ese año.
En aquel entonces, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia por anexar nuevamente a Crimea a su Nación y, como respuesta, Rusia decretó con un embargo a las importaciones agroalimentarias procedentes de estos Estados.
De esta manera, la lista negra de alimentos occidentales proscritos en Rusia, que incluye carnes, lácteos, pescado, mariscos, frutas, verduras y frutos secos, continuará hasta el 31 de diciembre de 2024.
Demás está decir que desde la operación militar de Rusia en tierras de Ucrania en 2022, las relaciones fueron de mal en peor, con diferentes tipos de sanciones de unos a otros.
Del veto alimentario a las sanciones comerciales
Luego de conocerse la incursión bélica de Rusia en Ucrania, la Unión Europea, incentivada por Estados Unidos, decidió imponer una serie de sanciones económicas, comerciales y sociales a Rusia, que van desde la exclusión de deportistas rusos en competencias internacionales, pasando por el impedimento de vender petróleo a Europa por mar, hasta el impedimento de operar en bancos y entidades financieras rusas.
Está demás decir que las sanciones de la Unión Europea a Rusia solo beneficiaron a Estados Unidos, el titiritero de la OTAN detrás de todo este "Juego de Tronos", pero no está demás refrescar las sanciones que la UE impuso a Rusia.
Pero sin dudas, otro de los países "beneficiados" con este conflicto internacional es la Argentina, un proveedor nato de alimentos para el mundo, que supo cubrir parte de la demanda rusa de alimentos, así como también la de la Unión Europea.
Sin ir más lejos, en 2016 el limón argentino llegó por primera vez a Rusia de la mano del veto, en lugar de los limones españoles.
Entre los principales productos que nuestro país exporta a Rusia se destacan: limones, mandarinas, peras, manzanas, despojos de carne bovina, leche y quesos, todos alimentos del sector agroindustrial.
