Después de 13 años, 31 de los 33 mineros que sobrevivieron al derrumbe de la mina San José después de pasar 69 días atrapados bajo tierra en 2010, le ganaron el juicio al Estado chileno y Chile deberá pagar 1,4 millones de dólares.
Los mineros reclamaron que hubo una falta de servicio de las instituciones estatales a cargo de la fiscalización de los yacimientos del país, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), la Secretaría Regional ministerial de Salud y la Dirección del Trabajo.
Cada uno de los mineros que demandó al Estado de Chile recibirá cerca de 46 mil dólares, después de que la Corte Suprema rechazara un recurso presentado por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), que se ocupa de velar por los intereses del Estado. El abogado de los mineros, Jorge Ríos, indicó que el pago se extenderá de dos a cuatro meses.
Se trata de un juicio histórico para los mineros que quedaron atrapados en la mina San José de la ciudad de Copiapó. A 13 años del accidente, que sucedió en 2010, los mineros comenzaron una batalla legal para que el Estado chileno reconociera que hubo una falta de servicio por parte de las instituciones estatales.
La indemnización llega después de que muchos sobrevivientes hubieran perdido las esperanzas de conseguir la reparación por parte del Estado. José Ojeda, el minero que escribió el cartel "estamos bien en el refugio los 33", 12 días después del accidente para avisar que todos estaban con vida, contó que "en 2018 nos iban a pagar 80 millones de pesos (93 mil dólares) y los abogados (del CDE) apelaron al fallo de primera instancia y ahí nos bajaron. Acá no se hizo justicia, se hizo solamente para cerrar el caso", en diálogo con el medio chileno El Mercurio.
Luis Urzúa, el minero jefe de turno al momento del accidente, hoy se dedica a dar conferencias sobre seguridad laboral. Conseguir la indemnización, dice, "está marcando un precedente para la minería en Chile. Para mí no era tan importante la plata, sino que había que cerrar este ciclo".
Raúl Bustos y Juan Illanes son los dos mineros que no se sumaron a la querella. Tiempo atrás, Illanes explicó que a su juicio quienes debían indemnizar a los mineros eran los dueños de la minera, y no el Estado.
El accidente se produjo el 5 de agosto de 2010, unos 800 kilómetros al norte de Santiago, cuando una roca se desprendió y bloqueó el ingreso de la mina. Las tareas de rescate comenzaron ocho horas más tarde. Los rescatistas comenzaron a tratar de ingresar por una chimenea de ventilación, mientras los mineros subían por la escalera de emergencia, tarea que no pudieron completar porque la empresa no había instalado la escalera completa. Los mineros debieron sobrevivir bajo tierra hasta el 13 de octubre de ese año, cuando fueron rescatados, uno por uno, a través de la famosa cápsula Fénix.
