Horacio Córdoba, comisario de la Policía de la Ciudad, fue detenido ayer por el crimen de Fernando "Lechuga" Pérez Algaba, el comerciante baleado y descuartizado el mes pasado. Al momento de declarar, sorprendió al vincular a la víctima con Charlotte Caniggia, la mediática y polémica hija del exfutbolista de la Selección Argentina.
Córdoba trabajaba dentro de la Subsecretaría de Tecnología e informática del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. Fue detenido por haberle entregado a Maximiliano Pilepich, principal sospechoso del crimen, el celular con el que se comunicó con sus cómplices desde el 18 de julio pasado, el día que habrían asesinado a Pérez Algaba.
Debido a que Córdoba es especialista en tecnología de las comunicaciones, el fiscal sostiene que ayudó a Pilepich a eludir la investigación en su contra. El funcionario notó que Pilepich, detenido esta semana, realizó varios movimientos, supuestamente para despistar: apagó y prendió los dispositivos en diferentes momentos y lugares.
En su declaración, Córdoba dijo que era amigo del empresario desde hacía dos años, cuando el comisario lo contactó para realizar una inversión en criptomonedas. Según dijo, fue una entrega de dinero informal en el departamento de Pérez Algaba en la torre SLS de Puerto Madero, pero pasado el tiempo "nunca le pagó los intereses que habían acordado y constantemente le indicaba que posteriormente le entregaría más dinero y un interés mayor al que habían acordado".
Luego, según la transcripción, Córdoba afirmó que “conoció una oficina que había armado, donde había muchas computadoras, con chicos haciendo trading, muy ostentosa, que el declarante cree, por dichos de Fernando, que la oficina se la había prestado Charlotte Caniggia”.
Por otro lado, aseguró que Pérez Algaba lo invitó a invertir en el emprendimiento inmobiliario “Renacer” de General Rodríguez, localidad donde se cree que fue asesinado, al que se había dirigido el empresario para cobrar un dinero que le debía Pilepich.