Ángel Di María metió un golazo en la final de Supercopa de Portugal y el Benfica se consagró campeón. "Y bueno….el de los goles importantes. Una sana costumbre. Te quiero amigo", le agradeció su compañero de equipo y de la Selección Argentina, Nicolás Otamendi, en los festejos por el título.
A los 16 minutos del segundo tiempo, Di María aprovechó un pase entre líneas de su compañero, el turco Orkun Kökcü, avanzó a pura velocidad hasta el borde del área, acomodó el cuerpo para su perfil zurdo y sacó un remate rasante y esquinado imposible de atajar para el arquero del Porto, Diogo Costa. Golazo del Fideo para que delire toda la hinchada de Las Águilas.
Minutos después, Benfica, donde también fue titular Otamendi, aseguró el partido con un tanto del croata Petar Musa y se selló el resultado 2 a 0. Sobre el final, el histórico defensor portugués Pepe, del Porto, pegó un "patadón" y fue expulsado y más tarde lo siguió su entrenador Sergio Conceicao.
"Imaginaba esto, la alegría de ganar un título que me faltaba con Benfica, tenía otros dos y lo pude conseguir en el primer partido, y darle una alegría a la gente que vino desde Lisboa", expresó Di María una vez finalizado el encuentro. El ángel del gol aseguró que no fue un partido fácil: "El primer tiempo nos costó muchísimo y en el segundo pudimos hacer la diferencia porque tenemos jugadores de mucha calidad para conseguir el resultado que queríamos, tuvimos más espacio y lo importante es que el gol sirvió para abrir un partido complicado".
Así, con un nuevo título bajo el brazo, el rosarino volvió a Las Águilas después de 13 años. El equipo que en 2008 le abrió las puertas para comenzar una increíble carrera en Europa lo recibió nuevamente hace unos meses como un veterano consagrado, ya con 35 años. Y con este trofeo, Fideo llegó a los 33 en su carrera profesional, convirtiéndose en el segundo jugador argentino con más vueltas olímpicas de todos los tiempos, solo por detrás de Lionel Messi.
