"Muy angustiada" se declaró Sylvia Brunoldi frente a "una interpretación mal intencionada" sobre el discurso que pronunció ayer en la cuenta de salud que se realizó en el Centro Cultural Kirchner, donde agradeció a la ministra Carla Vizzotti por haberle permitido visitar a su esposo en sus últimos días antes de morir.

La presidenta de la Liga Argentina de Protección al Diabético (LAPDI) aclaró que la autorización no se la dio la ministra, sino que la llamaron desde el hospital Anchorena para permitirle visitar al hombre ya desahuciado, y que no fue la única, sino que habían muchos familiares "a los que se les permitió como parte de una decisión humanitaria".

Brunoldi recordó que en su calidad de representante de la comunidad diabética, participó en una reunión vía Zoom el día anterior con autoridades del ministerio de Salud, entre las que estaba Vizzotti. Allí planteó su situación personal y la necesidad de flexibilizar las visitas, algo que cada hospital hizo de facto según su situación puntual y que se transformó en decreto pocos días después.

"Entiendo que alguien levantó un teléfono y dijo que el paciente que está en un estado crítico podía ser visitado. Mi sorpresa es que ahí había otras personas también visitando a sus familiares, entiendo que fue un acto humanitario", dijo.

Entiendo que alguien levantó un teléfono y dijo que el paciente que está en un estado crítico podía ser visitado. Mi sorpresa es que ahí había otras personas también visitando a sus familiares, entiendo que fue un acto humanitario

"Yo no tenía ningún contacto personal ni soy amiga de la doctora Vizzotti", aclaró Brunoldi.