Cuando apareció en Tottenham, Dele Alli se convirtió uno de los jugadores más interesantes de la Premier League. Sin embargo, lo que proyectaba nunca pudo terminar de plasmarse y su carrera no siguió el camino que se creía que tendría. Ahora, el mediocampista inglés reveló los difíciles momentos que atravesó en su vida, desde niño y hasta la actualidad.
El jugador de 27 años, que acaba de volver al Everton tras un año a préstamo en el Besiktas de Turquía, contó situaciones escalofriantes que lo marcaron durante su infancia durante una entrevista con el ex futbolista y comentarista británico Gary Neville, como situaciones de abuso sexual, venta de drogas y diversas adicciones.
“Cuando volví de Turquía y me enteré que necesitaba una operación, estaba muy mal mentalmente y decidí ir a un centro de rehabilitación de salud mental. Tratar adicciones (a somníferos) y traumas. Sentí que era mi momento. No te pueden decir que vayas, tienes que saberlo y tomar la decisión tú mismo o no funcionará”, aseguró en el canal de Youtube The Overlap.
Así, Dele Alli empezó a enumerar los traumas de su infancia que hasta el momento habían permanecido ocultos. “A los seis años, abusó sexualmente de mí un amigo de mi madre, que estaba mucho en la casa. Mi mamá era alcohólica. Me enviaron a África para aprender disciplina y luego volví”, recordó el jugador, que cuenta también con nacionalidad nigeriana.
A los seis años me abusó sexualmente un amigo de mi madre. Ella era alcohólica. A los siete, empecé a fumar; a los ocho, empecé a traficar con drogas.
Este tipo de situaciones, y la falta de una familia que lo contuviera, hizo que entrara en un espiral de marginación y violencia del que le costó salir: “A los siete, empecé a fumar; a los ocho, empecé a traficar con drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en una bicicleta, así que anduve con mi pelota de fútbol, y luego debajo llevaba las drogas. A los once, me colgaron de un puente. Fue un tipo del vecindario de al lado”.
Afortunadamente, la vida de Dele Alli pegó un giro rotundo cuando fue adoptado por una familia a los 12 años: “Fueron increíbles. No podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó a las personas, fueron ellas”. Empezó a jugar al fútbol y todo parecía encarrilarse, pero los fantasamas volvieron a aparecer a los 24 años.
Ya era una figura del fútbol inglés, pero no estaba feliz: “Una mañana me levanté y tenía que ir a entrenar. Recuerdo que me miré al espejo y me pregunté si podía retirarme ya. Con 24 años. Haciendo lo que me gusta. Para mí fue desgarrador. Siempre he sido yo contra mí mismo en todo. Estaba atrapado en un mal ciclo y en cosas que me estaban haciendo daño. Por fuera sonreía, parecía que ganaba la batalla. Por dentro la estaba perdiendo”.
Finalmente, Delle Ali explicó que no quiere mantener más relación con sus padres después de vivir un incómodo momento cuando tenía 18 años: “Mis padres biológicos fueron al periódico y empezaron a acusar a la familia que me adoptó. Fueron a la prensa diciendo que estas personas se estaban aprovechando de mí. Querían revisar mis contratos y yo no había hablado con ellos durante años. Después de eso me sentí tan traicionado y defraudado”.
