El periodista de América, Fabián Rubino, protagonizó un insólito episodio este miércoles cuando paró en un bunker narco del barrio de Once a comprar droga mientras hacía una nota y el evento se registró en vivo a través de América TV. Ahora, pasadas las horas, declaró, "no me esperaba terminar en la comisaría".

Durante la transmisión del programa Desayuno Americano, de Pamela David, el movilero compró droga por $1500 y terminó en un patrullero de la Policía de la Ciudad para declarar. El búnker narco fue denunciado por los vecinos de la zona hace meses, por lo que Rubino, caminando por el barrio, llevó a cabo la "hazaña".

"Entré y la verdad es que sentí la necesidad de mostrar lo que estaba pasando: había una puerta... vinieron...actué como periodista de calle de todos los rubros que soy, pregunté si vendían y me dijeron que sí. Pregunté cuánto salía y me dijeron $1500. Pagué con $2000. Me dieron el vuelto y salí con esa bolsa que se vio en vivo", informó Rubino en diálogo con Perfil.

"Me dieron el vuelto y el paquetito. No se sabe qué droga era, pero sí que el muestreo dio positivo en la comisaría", agregó. Si bien se asumió que el paquete contenía cocaína, el periodista señaló que no supo con exactitud lo que contenía el paquete, "no tengo idea, la verdad es que no consumí nunca nada en mi vida, ni siquiera un cigarrillo convencional".

Después del episodio, el periodista fue trasladado a la Comisaría para declarar el suceso completo y sobre el traslado, indicó que se trató de un proceso "muy correcto" y que incluso le ofrecieron ir en el móvil pero que prefirió "ir más cómodo en el patrullero".

Sobre el desenlace, sostuvo, "No me esperaba que terminaría en la comisaria, soy un tipo común que sale a laburar todos los días. La sorpresa fue que pasó, que me contestaron, la mayoría de veces pasa que no responden". 

Rubino también indicó que ya habían ido a la zona dos meses atrás por las denuncias de los vecinos. "Ahora volvieron los vecinos a denunciarlo y nosotros volvimos a ir. Los mismos vecinos estaban ahí frente a la puerta, vimos que podríamos estar frente a un delito, vimos entrar a dos flacos, y pensé '¿por qué no entramos nosotros?'".