La comercialización de granos en el primer semestre de 2023 evidenció una de las tantas consecuencias que generó la sequía en la Argentina, impactando de lleno en los negocios agrícolas, como su efecto derrame hacia otras actividades relacionadas.
Sin ir más lejos, el ingreso de camiones a los puertos del Gran Rosario no superó la cantidad de 431.000 en los seis meses, un número que no se registraba desde 2001 cuando el techo productivo de nuestro país era mucho menor al de hoy en día.
Si se compara el ingreso de camiones a dicha zona portuaria en 2021 y 2022, durante este año el movimiento fue un 130% menor al del año pasado y un 141% inferior a la cosecha 2021.
Cabe destacar además que durante el 10 de abril de este año y hasta el 2 de junio, estuvo en vigencia la tercera edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), más conocido como "dólar soja", por el cual se incentivó las ventas del poroto.
En el mismo sentido, los embarques del agro cayeron a mínimos del año 2000 y las ventas al exterior sufrieron el segundo peor semestre en una década.
Cae la molienda de soja
El complejo sojero de la Argentina es el principal, a nivel exportador, de nuestro país. Esto quiere decir que en gran medida los dólares que ingresan a la Argentina se dan por ventas al exterior de soja y sus subproductos.
Sin embargo, aún con el impulso de importaciones temporarias récord y el PIE III, la molienda de soja se desplomó en el primer bimestre de la 2022/23, siendo la más baja de los últimos 15 años.
Como se puede observar en el gráfico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la molienda de soja en este primer semestre del año fue similar a la de la campaña 2007/2008, año que fue signado por el conflicto desatado por la Resolución 125 y alteró el normal fluir de la comercialización de granos, para observar un volumen de soja procesado menor.
El efecto de la sequía en la producción de soja argentina se contrapone a las importaciones temporarias de soja durante el primer bimestre del ciclo, que marcan un récord histórico de 2,6 Mt que prácticamente duplica el máximo previo del ciclo 2020/21. Pese a esto, la industria no pudo compensar las pérdidas locales.
Trigo tampoco quiero
Para el caso del trigo a cosecha, las ventas actuales son las más bajas de los últimos 7 años, donde se comercializó solo el 3% de lo que se proyecta producir en la campaña 2023/24, cuando al mismo momento del año pasado ya se había comprometido el 41% del volumen finalmente cosechado.
En números, apenas se lleva comercializado medio millón de toneladas de trigo 2023/24, cuando el año pasado ya se habían vendido 4,8 millones de toneladas al mismo momento.
Como se puede observar la sequía sigue aún muy presente en la Argentina, impactando de lleno en la balanza comercial, como en el caso de la soja, pero también con los negocios agrícolas de la nueva campaña, como sucede con el trigo nuevo.
