En las últimas horas, Gendarmería realizó 21 allanamientos en cuatro provincias- Santa Fe, Corrientes, Misiones y Buenos Aires- en los que detuvo a 15 personas que formaban parte de una red narco que operaba desde la cárcel.
Entre los detenidos, estuvo el fiscal provincial Mariano Ríos Artacho, recientemente suspendido por la Legislatura de Santa Fe, por sus vínculos con una red de informantes y encubrimientos de la que también formaban parte ex policías y un agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), cuya identidad no se puede revelar por cuestiones legales.
La investigación federal, liderada por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), sacó a la luz una serie de conexiones. Uno de los nombres clave en esta red era Juan José Raffo, un expolicía y prófugo de la justicia que cumplió condena por asociación ilícita en la megacausa Los Monos.
Raffo, según las acusaciones, brindaba asesoramiento a Guillermo “Chupa” Sosa, un barrabrava de Newell’s que lideraba la banda “Los Gitanos” y que cayó preso hace dos años. Desde allí, gracias a sus vínculos, seguía proporcionando protección y financiamiento a grupos delictivos.
Aunque el artículo 16 de la ley de Inteligencia Nº 25.520, prohíbe la divulgación de la identidad del agente de inteligencia apresado, se filtró que se trata de un agente que tuvo durante años un cargo en la delegación local del Registro Nacional de Armas y un cargo importante en la AFI.
El operativo fue llamado Romaní y se llevó a cabo de manera coordinada entre agentes a nivel nacional, la PDI de Santa Fe, y fiscales federales, quienes actuaron bajo la autorización del Juzgado Federal N° 4.