El Auditor General de la República, Miguel Ángel Pichetto, acusó al expresidente de Bolivia, Evo Morales, de estar involucrado en las protestas que se desarrollan en la provincia de Jujuy en contra de la nueva constitución promovida por el gobernador Gerardo Morales.
"En Jujuy hay actividad insurreccional con presencia de infiltrados bolivianos que responden a Evo Morales y piqueteros de izquierda de todo el país. El gobierno nacional totalmente ausente. Argentina hacia el abismo", publicó el excompañero de fórmula de Mauricio Macri en 2019, que ayer estuvo junto a todos los dirigentes de Juntos por el Cambio en una conferencia de prensa.
El dirigente de la oposición no aportó ninguna prueba para sustentar una acusación que remueve aguas ya bastante inquietas: recordemos que la Justicia aún no se expide sobre el rol del gobierno de Juntos por el Cambio en el Golpe de Estado de 2019 en Bolivia, que arrojó un saldo de 37 muertos.
Según denunció el canciller boliviano Rogelio Mayta, el gobierno de Macri habría cooperado con la represión desatada por esos días contrabandeando armas a través de la embajada. El funcionario boliviano mostró en 2021 un documento firmado por el excomandante en jefe de la Fuerza Aérea de Bolivia, Gonzalo Terceros, que acreditaba la recepción de 40 mil cartuchos de balas de goma AT 12/70, así como decenas de gases lacrimógenos y granadas de gas, y los agradecía al entonces embajador Normando Álvarez García.
El diplomático es hoy ministro de Trabajo de Jujuy y negó completamente la acusación, acusando que la citada carta es falsa. Esta posición fue respaldada de manera tajante por Gerardo Morales, quien además, el año pasado le entregó la Condecoración Belgraniana a Álvarez García. "Nuestro reconocimiento a su labor como embajador Argentino en Bolivia y al mérito en un momento muy difícil para ese país. No nos queda ninguna duda que hizo todo lo tenía que hacer para salvar vidas poniendo en riesgo la suya, lo demás son falacias", dijo entonces.
