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Cultura & Espectáculos

Bombo Fica, comediante popular chileno: "Nuestro estallido social fue como una cueca"

Bombo Fica

Opiniones de un Payaso es una legendaria novela del alemán Heinrich Boll (Nobel 1972), que retrata la aguda visión política de un comediante que trata de ganarse la vida después de la Segunda Guerra Mundial. Como el Pierrot de Jaime Roos o Alberto Olmedo, se juega la vida en el claroscuro del ánimo cuando se pone difícil hacer reír a los demás.  

“Ciertamente saben todos que un payaso debe ser melancólico, para ser un buen payaso, pero que para él la melancolía es una cosa muy seria, eso sí que no lo comprenden”, escribe.

Bombo Fica es un buen payaso en este sentido. Un gran comediante, que por más de 40 años ha hecho reír al pueblo chileno y que, tal como el personaje de la novela, porta una aguda mirada social.

A días de debutar en Buenos Aires (actúa el 17 de mayo en Rondeman Abasto), conversamos para ver cómo la ve en ese Chile del que pocas noticias nos llegan.

-¿Por qué ya siendo un artista consagrado, decidiste actuar en Argentina?

Es un proyecto que nace con la necesidad de abrir a través de la comedia y el humor que traspasa fronteras. Voy a cumplir 40 años de carrera artística y tenía ganas de incorporarme a la problemática social de Latinoamérica, que tiene que ver con el abuso y la desigualdad, y yo la planteo desde un punto de vista lúdico. He querido salir de Chile y empaparme con la puesta en escena de la comedia de acá.

He venido humildemente a aprender. Quiero empaparme de esta cultura, sabiendo que es un país que cuida y respeta mucho a sus artistas, que es algo en lo que nosotros tenemos falencias, y en el que sí hay una necesidad diaria de estar presentes en los teatros, en lo deportivo y en las actividades colectivas, que son las que entregan el equilibrio emocional.

Así que voy a tratar de amalgamar mi discurso para los residentes chilenos y los argentinos que me van a ir a ver. Increíblemente tengo seguidores argentinos en redes sociales.

-¿Y de qué se ríen los chilenos por estos días?

-¡Chupallas! Te voy a ser franco: está bien difícil reírse en Chile ahora. Estamos en una crisis social fuerte. Es un país que está muy odioso, muy agresivo, violento y no dialogante. Donde todavía seguimos con un montón de resentimientos históricos y nos cuestan las cosas.

Está bien difícil reírse en Chile ahora. Estamos en una crisis social fuerte. Es un país que está muy odioso, muy agresivo, violento y no dialogante

El estallido social de Chile fue como su baile nacional, la cueca: nos dimos 28 vueltas y quedamos parados donde mismo. No ganamos nada y ahora tenemos que ver qué podemos hacer con esta nueva constitución: avanzar en algunos derechos. A todo esto trato de buscarle la parte lúdica y dejar algún mensaje. Pero mi primera obligación es que la gente se ría. Nosotros necesitamos reír, cantar, bailar y tanta primacía del negocio nos lo está impidiendo.

-En los noventa eran más comunes las cargadas entre países. Ahora no está el horno para bollos ¿No?

-Son modas que aparecen y que están relacionadas a otros momentos históricos. Son rencillas nos dividen desde lo alto, pero los problemas del ciudadano de a pie argentino son los mismos del chileno, del peruano y el boliviano. Tienen que ver con el abuso de nuestra ingenuidad, con que nos están pagando poco.

A nosotros el modelo económico nos ha hecho creer que lo podemos tener todo a través del endeudamiento, de las tarjetas, pero estamos enfermos de endeudados. Y la deuda es esclavitud. Somos esclavos de una imagen de éxito, de un salario que no alcanza y de las deudas. Y creo que eso es un problema latinoamericano.

-El espectáculo se llama ‘Una gira sospechosa’ ¿Por qué?

-Alguna vez usé la frase ‘Sospechosa la weá’ y se hizo viral. De ahí el título. Lo de ‘la weá’ no te lo voy a explicar porque es un chilenismo inentendible. Pero lo de la viene de las redes sociales. Con el acceso a la tecnología, tenemos mayor acceso a la información- que no nos hace más cultos ni más educados- lo que nos realza la sospecha.

En Chile miramos la tele y pensamos siempre será tan cierto todo esto que nos dicen y decimos: ‘Sospechosa la weá’. En una rutina yo planteaba que en una entrevista el ministro de Economía decía que Chile tenía un ingreso per cápita sobre la media de Latinoamérica y que se comparaba con Estados Unidos, pero se lo veía en su casa tomándose un té pelao (sin nada más). Entonces la gente que lo veía pensaba: ¿Será verdad? Sospechosa la weá. Nos reímos entonces de la diferencia entre la información que recibes versus la realidad que estás viviendo. Los últimos estudios demostraban que le ingreso per cápita de los chilenos eran miles de dólares anuales y uno se pregunta ante esos promedios: ‘¿Quién mierda se está quedando con mi plata?’

-¿Vos no sos sospechoso también?

-¿Qué creís tú? (Se ríe). Pero fuera de broma, hay mucha sospecha en todos lados. En Chile hay una suerte de persecución de lo que tú puedas decir para que más adelante se te pueda enrostrar, sacado de contexto. Entonces es una bolsa de gatos en la que los que nos dedicamos a esto de la palabra pública debemos aplicar el dicho ‘para hablar y para comer pescado, hay que tener mucho cuidado’.

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