En medio de la semana del Día Internacional del Trabajador, la Confederación General del Trabajo (CGT) lanzó un reclamo a favor de la reducción de la jornada laboral. La central obrera hizo este planteo, el más rupturista de su historia reciente, con el argumento de "estimular el empleo y distribuir mejor el beneficio extraordinario del capital".
"El sindicalismo en general y el argentino en particular se pone al frente de discutir un modelo de relaciones laborales que nos coloquen en un mundo que debate la reducción de la jornada de trabajo como medio de generar más empleo y distribuir mejor el beneficio extraordinario del capital", señaló en el documento lanzado el 1° de mayo. Así, la CGT anticipó por primera vez la posibilidad de discutir "de manera moderna e inteligente" esta medida.
En el multitudinario acto en Defensores de Belgrano para conmemorar el Día de los Trabajadores hablaron los cotitulares de la central obrera. "Hay que acabar con la semana de 48 horas", manifestó Héctor Daer. Además, el secretario de Prensa, Jorge Sola, que leyó el documento "Estamos a tiempo", sostuvo: "Hay que reducir la jornada laboral para estimular el empleo y distribuir el capital".
La consigna unificada de la CGT es la reducción de la jornada laboral legal de 48 a 40 horas. El argumento es que así se registrarían miles de empleos que están hoy en la informalidad. Tras esta propuesta, el oficialismo apura en el Congreso el tratamiento en comisiones de al menos tres proyectos, mientras que la oposición rechaza las iniciativas.
Cabe destacar que en la Cámara Baja hay dos proyectos: uno presentado por Hugo Yasky, que plantea una reducción a 40 horas semanales, y otro de Claudia Ormaechea y Sergio Palazzo, que propone que no se superen las 36. En la Cámara alta, hay una iniciativa del Mariano Recalde, que establece las 36 horas semanales, con la posibilidad de cuatro días laborales por semana. Desde Juntos por el Cambio y el liberalismo ya se expresaron en contra de estas propuestas.
