Un policía de Neuquén mató de un balazo a un amigo que trabajaba en un taller, tras quererle hacer un "chiste" al gatillarle su arma en el pecho. Fuentes judiciales informaron que el hombre quedó detenido por "homicidio".

El asesinato ocurrió el pasado jueves alrededor de las 15.20 en un local de la capital provincial. La victima fue identificada como Diego Escobar, de 28 años, y estaba trabajando junto a dos primos y otro empleado. Según la fiscal de la causa, Eugenia Titanti, el policía Nicolás Leopoldo López, de 29 años, con aproximadamente dos años de antigüedad en la fuerza, se acercó al negocio luego de haber terminado su servicio.

En ese momento, uno de los primos de Escobar salió del taller para hacer unas compras y se cruzó con López, quien portaba su arma y, sorpresivamente, le apuntó en el pecho y apretó el gatillo, sin que saliera el proyectil. "Asustado, le dijo que no hiciera eso, que no era un juego. Pero haciendo caso omiso, López ingresó al taller, dónde estaba la víctima junto a su otro familiar", señaló la letrada en la audiencia de imputación de cargos.

Una vez que entró al taller, el policía de Neuquén hizo lo mismo. López apoyó el arma en el pecho de Escobar y volvió a apretar el gatillo pero esta vez, el disparo se efectuó, por lo que la víctima murió casi de inmediato. "Un testigo le dijo que dejara de hacer esas bromas, ya que no era la primera vez que lo hacía", señaló la fiscalía y aclaró que "este desprecio por la reglamentación y por su función nos hace pensar que si no pudo acatar eso, menos se someterá al proceso penal".

Por este motivo, Titanti encuadró el hecho como un "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor" ya que el acusado no se encontraba de servicio, por lo que no se aplica en este caso el agravante de la función policial. Además, pidió la imposición de una medida cautelar y la justicia impuso la prisión preventiva por cuatro meses.