Cristina Kirchner habló por primera vez tras el atentado durante una reunión en el Senado con Curas Villeros, Curas en Opción por los pobres y hermanas, religiosas y laicas, donde habló del ataque en su contra y de la convivencia política con otros espacios.
"Quería que mi primera actividad pública fuera con ustedes: siento que estoy viva por Dios y por la Virgen", comenzó la ex presidenta con la voz quebrada. "Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983", agregó.
En este sentido, dijo sentir que "la recuperación de la democracia no fue solo volver a votar": "Yo entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir política, erradicando la violencia y la verdad que lo que pasó el otro día fue algo más. Fue una ruptura de eso que tenemos que volver a reconstruir urgentemente". "¿Se puede reconstruir un país y reconstruir la economía en un país donde solo se insulta y se agravia?", se preguntó luego.
La gracia no está en juntarse con los que piensan igual, sino con los que piensan distinto y ver si en economía, al menos, podemos tener un acuerdo mínimo.
Además, contó que tenía intenciones de ir a la misa en Luján, pero que desistió por el operativo de seguridad que hubiese significado: "No quería entorpecer con mi presencia lo que era un momento muy especial".
Cristina enfatizó en la importancia de que haya diálogo político con la oposición: "Esa pasión que tenemos para que la gente vuelva a comer o tener trabajo no lo vamos a lograr únicamente los que pensamos de una manera. La gracia no está en juntarse con los que piensan igual, sino con los que piensan distinto y ver si en economía, al menos, podemos tener un acuerdo mínimo".
"Siempre hubo grupos pequeños, pero de gran poder, que quieren suprimir, eliminar al que piensa diferente", aseguró la vice luego de leer un discurso de un senador radical que tuvo lugar en 1929, luego de que Hipólito Yrigoyen sufriera un atentado en la puerta de su casa, donde apuntó contra los medios de comunicación de ese entonces. "El peronismo todavía no existía", aclaró.
Siempre hubo grupos pequeños, pero de gran poder, que quieren suprimir, eliminar al que piensa diferente.
Al recordar el día del atentado, la presidenta del Senado resaltó que "fueron los militantes los que aprehendieron a quien me había intentado matar, no la Policía", y que luego de fracasar, le impidieron montar otra vez el arma. "Pero no hicieron justicia por propia mano, ni lo lincharon, nada. Hicieron lo que corresponde hacer a ciudadanos democráticos y cristianos: lo entregaron a la Policía, a la ley".
En este punto, se refirió a la posibilidad de una ley "anti odio", que había comenzado a circular: "No creo que haya que sancionar ninguna ley especial, las que ya están vigentes alcanzan y sobran. Hay mucha institucionalidad para reconstruir". Al cierre, parafraseó al papa Francisco y dijo: “Por favor recen por mí porque lo necesito”.
