El Auditor General de la Nación Miguel Ángel Pichetto apuntó contra la misa por la paz convocada por el intendente de Luján, Leandro Boto, y el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, en la Basílica. El exdiputado la definió como: “Otra muestra de la Iglesia sectaria y clasista”.
La planificación del evento estuvo a cargo del municipio y del arzobispo Scheinig. La iniciativa tuvo lugar días después de que Fernando Sabag Montiel intentara asesinar a la expresidenta Cristina Kirchner.
Al igual que la mayoría de los opositores, Pichetto miró la misa por televisión. La excepción fueron los intendentes radicales Franco Flexas, de General Viamonte, y Martín Randazzo, de General Lamadrid.
El presidente de Encuentro Republicano Federal (ERF) calificó al arzobispo de Mercedes-Luján que ofició la misa como "un militante del Gobierno" y señaló: "Lo secundaban curas pro Montoneros y seguidores del Padre Carlos Mugica".
El referente de Juntos por el Cambio evaluó que la misa por la paz no convocó "a la unidad de los argentinos". También advirtió que desde hace tiempo los argentinos no escuchan a la Episcopal ni al papa Francisco hacer reflexiones sobre la paz y la convivencia.
Parece que el Papa está enojado con los argentinos.
Miguel Ángel Pichetto, Auditor General de la Nación
Además, recordó el estallido de 2001 y aseguró a Radio Mitre que durante ese momento "sí hubo una Iglesia que llamó a la reconciliación de los argentinos en momentos de alta dificultad".
Incluso dirigió sus críticas al Papa Francisco. Por un lado, destacó la comunicación del máximo pontífice con la vicepresidenta Cristina Kirchner para solidarizarse por el atentado a su vida. Pero por el otro, Pichetto aseguró que la sociedad espera "un mensaje más profundo del hombre que ejerce el máximo poder en el Vaticano" y consideró: "Parece que el Papa está enojado con los argentinos".
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