Aníbal Fernández está molesto por los cuestionamientos públicos que se le han hecho desde la interna al Gobierno, en momentos en que necesita manejar los hilos de la economía para sortear el panorama económico. Y por eso, fue claro en cerrarle margen de acción a una disidencia interna: “Si no te gustan las decisiones que se están tomando, tenés todo el derecho a irte a tu casa”, dijo.

El ministro de Seguridad comentó que ayer, en la reunión de todos los ministros en la Casa Rosada, el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, pidió “que se trasladara a todos los funcionarios” que “nadie está en condiciones de decir que no está de acuerdo con tal cosa”. Las palabras de Fernández fueron en respuesta a una consulta por el escenario que se enfrentará ante las políticas tarifarias y económicas, que han contado con la resistencia de funcionarios como Federico Basualdo y Roberto Feletti.

Por eso, fue claro en exigir un alineamiento con las políticas que decide el ministro Guzmán, cuya legitimidad, repitió, “es el Presidente de la República”. “Si no te gustan las decisiones que se están tomando, tenés todo el derecho a irte a tu casa. Nadie te lo va a impedir. Y que venga otro funcionario que tenga la vocación de seguir adelante con las medidas”, dijo.

En conversación con Radio Con Vos, el ministro dijo que el presidente tine un espíritu dialoguista, pero que si de él dependiera, la respuesta habría sido otra: “Si yo tengo que tomar decisiones, un funcionario que depende de mí no me dice que no”, dijo, y contrastó su ímpetu con el carácter más sereno del presidente. “Alberto apuesta a componer una visión. Él sigue privilegiando que en algún momento se puedan sentar y llegar a un acuerdo”, dijo.

Si yo tengo que tomar decisiones, un funcionario que depende de mí no me dice que no

Aníbal Fernández, además, tuvo duras críticas contra los “quejosos del kirchnerismo” que “han agraviado al presidente”, aunque adelantó que éste no les responderá y “seguirá haciendo lo que tiene que hacer”.

Sus argumentos no sólo fueron personales, sino también políticos: “Hay muchos que tienen la cabeza dada vuelta y creen que perder es saludable”, dijo, pensando en la vitalidad del oficialismo en lo que resta de aquí a la elección del próximo año. “No es así. Perder es condenar a un pueblo a ir de fracaso tras fracaso”.