Una organización criminal que se dedicaba a falsificar documentaciones para facilitar el acceso a la visa para ingresar a los Estados Unidos fue desarticulada luego de cuatro allanamientos realizados en la Ciudad de Buenos Aires. Hay tres detenidos.

La banda, además de otorgar documentación falsa, organizaba una entrevista personal para guionar a los interesados en la obtención del visado. Les creaban perfiles socioeconómicos falsos con títulos de propiedades, presidencia de empresas, cuentas bancarias con grandes sumas de dinero, recibos de sueldos, monotributos y certificados de matrimonio para dar una falsa idea de solvencia.

La banda falsificaba documentación, creaba perfiles socioeconómicos falsos y guionaba a los interesados para que pasen las entrevistas necesarias por 10.000 dólares.

La investigación empezó el año pasado después de que un hombre fue deportado por intentar entrar al país norteamericano con una visa acompañada de documentación falsa. Al ser entrevistado por el agente migratorio, señaló que la había conseguido en Buenos Aires a cambio de 10.000 dólares. Fue entonces cuando detectaron a la organización criminal que operaba en un local del barrio porteño de Flores.

La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanó cuatro domicilios -entre ellos un estudio contable- y detuvo a tres hombres acusados por la maniobra. Además, se incautaron pasaportes, partidas de nacimiento, certificados de matrimonio, recibos de cobros, títulos de propiedad, 10.109 dólares, 612.600 pesos, un revólver y 50 municiones.

Cada integrante tenía una función específica. El líder tomaba entrevistas a los clientes, les informaba el proceder, montos y formas de pagos por las prestaciones, entre otras cosas. Su principal tarea era prepararlos para que pudieran aprobar la entrevista que exige la embajada. Otro socio se dedicaba a modificar o falsificar documentos o partes de los mismos, con el fin de que los clientes simularan tener las aptitudes exigidas para la obtención de la visa.

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Una tercera persona se encargaba de conseguir clientes, asesorarlos y acompañarlos a realizar los trámites necesarios para obtener la visa, e incluso se hacía pasar por otras personas para conseguir turnos. También reclutaba mujeres que actuaban en el “rol de esposas” al momento de la mencionada entrevista.