Yatán Rumi queda en medio de las montañas, tiene 1.200 hectáreas, una casa de campo, arroyos, ríos, cascadas, toboganes naturales y, esencialmente, gente desnuda. De hecho, hay un acuerdo: no se puede tener ropa en esta suerte de paraíso cordobés.
Este particular espacio fue fundado por Miguel Suárez y Nora Frete, una pareja argentina que conoció el nudismo de casualidad. Mientras paseaban por Buzios se cruzaron con Olho de Boi, una playa nudista brasileña, donde conocieron esta llamativa práctica. Al poco tiempo, cuando volvieron a la Argentina, pasaron a formar parte de un grupo nudista, con el que alquilaban casas para vivir de esa manera.
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Poco después, encontraron un aviso que informaba sobre una fantástica propiedad a la venta donde podían llevar a cabo su fantasía: crear una reserva donde poder pasar el tiempo de la forma que habían elegido, con su nueva comunidad.
Hace 19 años, fundaron allí Yatan Rumi, cuyo significado en quechua es "Piedra Desnuda". Se convirtió en una hermosa reserva nudista, que cuenta con una casa de campo con dormitorios y un espacio para acampar. Para permanecer allí, hay que respetar una serie de reglas de oro. Es obligatorio, por ejemplo, permanecer desnudo. El llamativo lugar se encuentra en el Valle de Punilla, pasando la localidad de Tanti.
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