Susana González fue la amiga de Alberto Márquez, una de las victimas de la Masacre de Plaza de Mayo, hoy recordó el momento de su muerte durante una entrevista en Pasaron Cosas y ratificó el pedido de justicia que realiza junto a familiares y víctimas por las dos décadas de impunidad frente a la Cámara Federal de Casación.
Los policías que asesinaron a Alberto Márquez estuvieron presos, pero a los pocos años quedaron libres y Susana González asegura que todavía "están esperando poder llegar a una situación mínima de justicia".
"Hay una deuda de toda la sociedad con respecto a los muertos y heridos del 19 y 20 de diciembre. La impunidad es un tema pesado para digerir sobre todo para los familiares y amigos de los que murieron en ese momento", subrayó.
Intentó regresar donde estábamos Marta y yo, cuando llega se desploma y cae sobre mis piernas, le empieza a salir sangre por la boca. Lo dimos vuelta con Marta y no tenia reacción".
Hoy los familiares y víctimas reclaman por los “20 años de impunidad” frente a los tribunales de Comodoro Py hacia los responsables de la represión del 19 y 20 de diciembre y pidiendo que se dicte sentencia en la causa que se sigue al exsecretario de Seguridad del gobierno de Fernando De La Rúa, Enrique Mathov y al exjefe de la Policía Federal Rubén Santos.
El asesinato de Alberto Márquez
Alberto Márquez tenía 57 años el 20 de diciembre cuando junto a su esposa, Marta, su amiga Susana y un compañero se dirigieron a la Plaza de Mayo para "manifestarse en contra de las políticas que estaba tomando de la Fernando de la Rúa", pero no pudieron y tuvieron que retroceder hacia la Avenida 9 de julio.
"Primero, por los gases lacrimógenos que nos asfixiaron, después veíamos a la policía absolutamente sacada que pasaba en moto apuntando a la gente que caminaba tranquilamente por las calles de microcentro. Había camiones hidrantes tirando agua a la gente que doblaban rápidamente por las esquinas y la policía montada que tiraba encima los caballos, eso hizo que retrocediéramos hacia 9 de julio", contó.
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En ese marco, una avalancha de gente la tiró al piso de "un tremendo empujón" y varias personas avanzaron sobre el pavimento en la esquina de Sarmiento y Av. 9 de Julio, hasta que cerca de tres móviles de color oscuro con luz azul arriba de uso policial se acercaron y allí bajaron gente uniformada de negro que apuntó a las personas.
"Alberto lo vio con más facilidad, intentó regresar donde estábamos Marta y yo, cuando llega se desploma y cae sobre mis piernas, le empieza a salir sangre por la boca. Lo dimos vuelta con Marta y no tenia reacción. A unos metros estaba caído un chico de rastas cuyo proyectil quedó entre ambos hemisferios cerebrales", recordó.
"Fuimos cuatro y volvimos tres", lamentó. Durante este tiempo pidiendo justicia afirmó que le preocupa mucho "la falta de memoria colectiva" con respecto a este tema tan poco tratado o "tan maltratado muchas veces".
"Lo que quiero resignificar es la importancia de la participación popular en toda cuestión que sea contraria a los intereses del pueblo. Uno puede resignificar todos estos años y canalizar esto que pasó, que duele, como les pasó a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, imagino, cómo el dolor lo transforman en otra cosa", destacó.