Desde hace meses, las bodegas denuncian la falta de botellas para envasar vino. Esta situación se extiende también a los envases de vidrio utilizados para conservas y aceite. ¿Qué la provocó? ¿Se solucionará?
Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, dialogó con Diario con vos y explicó: “Durante 2020 y 2021, como consecuencia de la pandemia y la permanencia en los hogares, aparecieron ocasiones de consumo que incrementaron los volúmenes de bebidas. Es un fenómeno a nivel mundial”.
“Conceptualmente la industria del vidrio, por sus características de continuidad, tiene su producción muy alineada a la demanda -relató Kuret-. Cualquier cambio tiene un impacto inmediato con reacciones muy lentas en la producción. En el caso de Argentina se suma, además, el daño parcial sufrido por una cristalería como consecuencia de un incendio”, añadió.
Seis de cada 10 litros de vino salen embotellados en envases de vidrio, 3 en tetra brik y 1 en latas o envases retornables.
El incendio al que hace referencia Kuret ocurrió el 19 de septiembre pasado en la empresa Verallia, en Mendoza, que concentra el 35% de la producción. La industria del vidrio en la Argentina está concentrada en tres empresas: la fabricación restante se divide en 60% de Cattorini Hnos y el 5% de Cristalerías Rosario. Según datos del sector, seis de cada 10 litros de vino salen embotellados en envases de vidrio, 3 de cada 10 en tetra brik y 1 de cada 10 en otros formatos, como lata o envases retornables.
Las posibles soluciones
Enrique Vaquié, ministro de economía de la provincia de Mendoza, anunció que se encuentran “avanzando para resolver la falta de botellas”. “Analizamos las ofertas de importación y evaluamos las necesidades para que la agroindustria vuelva a tener una temporada positiva, pese a los problemas que atraviesa el país”, señaló el funcionario.
Por su parte, Kuret relató que “tanto el gobierno nacional como el provincial se han involucrado en el tema, para facilitar el acceso a envases por parte de todas las empresas y conseguir volúmenes adicionales de producción”. Además, desde la Federación Olivícola Argentina presentaron una nota dirigida al ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, para que se le dé una pronta solución a este tema que afecta la rentabilidad del sector.
La única solución para sumar envases nuevos al sistema es mediante la importación o el reciclado de botellas, pero ninguna es inmediata. (Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina)
Sin embargo, el representante de Bodegas de Argentina manifestó que “las capacidades de producción local están en su máximo; esperamos la mejora que pueda venir de las inversiones que entran en producción”. De acuerdo a su criterio, "la única solución para sumar envases nuevos al sistema es mediante la importación o bien el reciclado de botellas", aunque aclaró que "ninguna de las dos es inmediata: la importación, porque el mundo también está con producciones acotadas y la logística internacional muy complicada; y el lavado de envases usados es una práctica casi abandonada hace 15 o 20 años por la industria vitivinícola".
El comunicado de la Federación Agraria
El presidente de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, expresó en un comunicado la preocupación que existe entre los productores de las economías regionales de cara a la próxima cosecha de diferentes producciones, ante la falta de envases de vidrio, dada la restricción de oferta de producción local.
“Es necesario que se tomen medidas urgentes para evitar la situación de falta de envases. De lo contrario habrá consecuencias negativas en toda la cadena agroindustrial local”, manifestó Achetoni. “El aumento de la demanda nacional e internacional superó la capacidad de producción de las fábricas locales. Eso, sumado al incendio de una cristalera que agravó más la situación, y la falta de previsión de producción de las fábricas hace que hoy lo que se produce quede en manos de las industrias concentradoras, y ni siquiera ellas logren cubrir sus necesidades”, puntualizó.
“Esta situación está provocando una acumulación de stock de materia prima que termina afectando al productor por la baja en el precio de sus productos. Hablamos tanto de vinos como de aceites de oliva y conservas de todo tipo de frutas y hortalizas, entre otros productos”, manifestó.
Finalmente, apuntó a la necesidad de habilitar mecanismos, al menos de manera transitoria, que favorezcan la importación de este tipo de productos hasta tanto se regularice la situación de las fabricas locales. “Si no, los productores de materia prima sufrirán las consecuencias por falta de mercado y precios bajos que no alcanzarán a cubrir los costos; e indudablemente incrementará las distorsiones en toda la cadena productiva”, concluyó.