A propósito de su participación en la Feria de editores, la escritora y periodista Leila Guerriero habló en Mejor País Del Mundo sobre sus estímulos a la hora de escribir y como la pandemia la afectó en ese sentido.

Guerriero comenzó con un análisis sobre la repercusión que tuvo su encierro pandémico: "Para alguien que escribe estar solo y aislado es importante, pero faltó el estimulo, estar con otros, que suceda algo inesperado. Tener el radar encendido todo el tiempo buscando que algo distinto sucediera me resultó muy agotador porque necesito que algo suceda para que pulse ese lugar de la escritura. Todo lo que había en el mundo se volvió muy domestico y me resultó bastante agobiante".

En este sentido, la escritora comentó que para estimular su creatividad le gusta caminar por la calle para poder escuchar a las personas hablar, mirar los carteles, sentir los olores de la calle y demás cuestiones que durante la pandemia no pudo explotar. "Tiene que ver con el estímulo, y eso es lo que faltó en gran parte", aseguró. Y agregó: "A la hora de escribir me siento como alguien que enhebra cosas, las conecto como un cableado. Hay una parte de ese cableado que quedó como una autopista en construcción que da a la nada".

A la hora de escribir me siento como alguien que enhebra cosas, las conecto como un cableado. Hay una parte de ese cableado que quedó como una autopista en construcción que da a la nada", dijo Guerriero.

La periodista afirmó que "podes estar muy adormecido y no ver nada de eso que pasa". "Pueden pasarte cosas absolutamente interesantes por delante y podes no verlas, no estar atento. O podes verlas, deslumbrarte, y podes no transformar ese deslumbramiento propio en algo que pueda decirle algo a un lector. Hay que saber ver eso y transformarlo en algo que le genere cosas a un lector. El gran trabajo de todos estos meses fue dejar que la realidad no se momificara, entonces salía a mirar cosas".

Hay que saber ver las cosas y transformar eso en algo que le genere cosas a un lector".

Sobre su último libro, "La otra guerra: Una historia del cementerio argentino en las islas Malvinas", Guerreiro contó que cuando se enteró una historia no muy conocida sobre los caídos se sintió "profundamente ignorante". La historia en cuestión, contó: "era la interna que había entre los familiares de los caídos de la guerra, cuyos cuerpos aun estaban sin identificar y que, a pesar de que había esfuerzos y voluntad de un plan de identificación de lo restos, muchísimos familiares se negaban. Eso me llamo enormemente la atención".

Finalmente, la escritora habló sobre la charla que dará mañana en la Feria de editores: "Entre lo verosímil y lo quimérico". "Vamos a hablar de lo que es no-ficción, periodismo, y de qué hablamos cuando hablamos de recursos narrativos para ser aplicados a la ficción. Mucha gente cree que cuando se habla de no-ficción se habla de textos que mezcla ficción con realidad, que se inventa una parte, y no es así". La charla será en el Parque de la Estación, CABA, a las 14:30hs.