Fuentes judiciales descubrieron que el joven detenido por robar en Nordelta, quien ingresaba al country nadando por los lagos, tiene antecedentes penales y nueve falsas identidades en su ficha de reincidencia.
Se trata de Carlos Eduardo Méndez, de 26 años, quien fue indagado en las últimas horas por el fiscal de Tigre Sebastián Fitipaldi, quien subroga por estos días la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Benavídez donde tramita la causa.
Fitipaldi le imputó a Méndez dos hechos de “robo agravado por el uso de armas”, pero el acusado prefirió no contestar preguntas en su indagatoria, tras lo cual el agente fiscal dispuso que continúe detenido.
Télam pudo acceder al informe del Registro Nacional de Reincidencia que recibió la fiscalía y que revela que Méndez está registrado en el sistema con nueve identidades distintas. Algunas son muy parecidas y varían por los nombres de pila o la escritura de los apellidos.
Méndez tuvo una causa en el Juzgado de Menores 7 de la Capital Federal por robo agravado por el uso de armas. También se informa que en 2017 fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 23 porteño a 3 años de prisión condicional por seis hechos de hurto y robo agravados por escalamiento, algunos consumados y otros en grado de tentativa.
Ya en 2018, tiene una condena del TOC 3 pero de San Isidro, a 2 años y 8 meses de prisión por el delito de tentativa de robo doblemente agravado por el uso de arma blanca y por escalamiento, de un hecho cometido en Vicente López.
“Aparentemente se le unificaron las penas de algunas de estas causas y salió hace pocos días de cumplir condena del penal de Villa Devoto”, dijo a Télam una fuente judicial.
Los dos robos que ahora se le atribuyen ocurrieron ayer entre las 8 y las 9 de la mañana en el barrio Barrancas del Lago. De acuerdo a lo que después se descubrió mirando las cámaras de seguridad, el delincuente entró nadando desde el arroyo Las Tunas al lago interno de ese country.
Primero, el ladrón entró en la casa de un abogado en el lote 52, donde redujo a las personas que había en el lugar y se llevó una notebook que luego dejó abandonada. De ahí, entró a robar a otra vivienda ubicada en el lote 159 del mismo barrio, propiedad de un empleado de una empresa de gas.
En esa casa amenazó con un destornillador a la empleada doméstica, la llevó de rehén hasta la habitación donde estaba su empleador, los ató con cordones y se llevó unos 7.000 pesos en efectivo.
El delincuente volvió a escapar a nado por los lagos y se refugió en el vecino barrio El Palmar, donde gracias al análisis de los videos de las cámaras de seguridad de algunos propietarios y las instaladas por el centro de monitoreo de seguridad de Nordelta, fue localizado y detenido.
Se le secuestró un cuchillo, un destornillador, el dinero y las alhajas robadas y hasta un reloj marca Omega de una de las víctimas que se había colocado en la muñeca.