La ginecóloga y sexóloga Florencia Salort valoró la compra de 10 mil penes de madera que realizó el ministerio de Salud para incorporar en los planes de educación sexual.
"Lejos de indignarme, yo festejo que haya medidas de educación sexual. La gente no sabe la diferencia entre vulva y vagina. El 50% no sabe porqué menstrua. La gente no sabe dónde está el clítoris, los labios, no sabe cómo tener un orgasmo, hay gente que nunca se tocó. Hay tantas cosas por hacer, que todo suma", dijo Salort, que aborda la sexualidad en Instagram como Flor de Gineco.
El nene se va a ver el pene y va a ver que no es igual. Es muy grande".
En diálogo con Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos, la sexóloga aplaudió la medida, aunque consideró que a futuro es perfectible, sobre todo por la forma y tamaño de los falos. "Me paso desmitificando el tema del tamaño de los penes y las formas. Hay tantas formas de penes como personas con pene. El pene de madera está muy tallado, los testículos están increíbles. Hay penes que no se parecen en nada a eso. No tiene prepucio, es un pene circuncidado. El nene se va a ver el pene y va a ver que no es igual al de él. Es muy grande", comentó.
El mito de la perfección
En este sentido, Salort consideró que la educación sexual debe desmitificar muchas ideas que provienen de industrias como la pornografía o de las cirugías, que lucran en torno a la vergüenza de las personas sobre su genitalidad.
"Tengo muchas consultas de mujeres que me dicen 'quiero hacerme un blanqueamiento porque me dijeron que la tengo muy oscurita', o mujeres que sienten que tienen los labios enormes y les dicen camellito, foquita, lobo marino por las aletitas. Es una cosa terrible que yo me pongo loca. Te pongo gel en el punto G: no existe el punto G. Hay muchas cosas que hablar", dijo.
Muchos hombres creen que cuanto más grande la tienen, más pueden hacer gozar. Y no es así".
Y en el caso de los varones, existe un mandato de tener un pene grande que podría verse reforzado por los modelos que compró el ministerio. "Eso es lo que tenemos que educar porque si no es el porno, que no existe. Así vienen las disfunciones sexuales. 'Tengo vergüenza porque tengo un pene abajo del estándar' y el pene estándar es entre 11 y 16 centímetros. Este es muy grande. Se podría hacer más chiquito y no pasaba nada", agregó.
"Muchos hombres se creen eso de que cuanto más grande la tienen más pueden hacer gozar y no es así. Yo pregunto esto en Flor de Gineco y no. Las mujeres quieren penes más estándares. El pene largo y muy grueso les duele a las mujeres. La vagina es elástica, pero no siempre puede lubricarse tanto. Lamentablemente, terminamos construyendo un canon en el que el sexo es para bellos, vulvas rositas y penes gigantes", contó para finalizar.