El infectólogo Pedro Cahn explicó que "cuando hablamos de la segunda ola, no es un duplicado de la primera, porque ni el virus ni la sociedad a nivel mundial son las mismas". "Por un lado, tenemos nuevas variantes, y por el otro, la sociedad ha transitado un año de experiencia. A esta altura del 2020, no teníamos idea de qué se trataba esto, discutíamos si los barbijos servían o no, y ahora tenemos vacunas", dijo.

Sobre la reunión pactada para esta tarde con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y un grupo de científicos, sostuvo que "nadie tiene la verdad revelada". "Vamos a intercambiar opiniones. Habrá que pensar en los pros y contras de cada medida. El tema es que cuando le preguntás a un epidemiólogo va a tener una respuesta fácil, que es que hay que cerrar más, pero hay que tener en cuenta no solo la dimensión sanitaria, sino la socioeconómica y la psicológica", profundizó en conversación con Ernesto Tenembaum.

"Hay que dejar de lado discusiones absurdas en este momento y, como comunicadores, tratar de llevar tranquilidad a la sociedad pero explicar que estamos en alerta", opinó el infectólogo en Radio Con Vos. A su vez, se refirió a las marchas y contramarchas en relación a la vacunación y la discusión sobre su eficacia para combatir el coronavirus.

Estamos escribiendo el libreto sobre la marcha", planteó Cahn.

Cahn afirmó que "no podemos calificar a las vacunas por su nacionalidad, sino mirar caso por caso", y que "nunca se habló de dar una sola dosis, sino separarlas en el tiempo para llegar a la mayor cantidad de gente posible". "Lo que estamos discutiendo es en cuánto tiempo se va a aplicar, en este caso, en un plazo de tres meses, pero la segunda dosis se va a dar", continuó en ¿Y ahora, quién podrá ayudarnos?

"Estamos escribiendo el libreto sobre la marcha. Obvio que si pasa un año y no llegan más vacunas habrá que revisar el proceso de vacunación, pero no creo que esa sea la situación. El ministerio nos dice todo el tiempo que va a ser un período máximo de tres meses entre una dosis y otra", vaticinó.

Por último, concluyó que "hay que ser muy estricto" con las restricciones: "Nadie tiene un aparato medidor externo que nos diga cuál es el punto exacto, pero en la medida en que el agotamiento de los recursos en las terapias intensivas vaya creciendo, nos va a obligar a tomar medidas para preservarla. Salvo situaciones muy puntuales, en 2020 ningún argentino se quedó sin oxígeno o sin una cama intensiva ante la necesidad. Tenemos que preservar eso".