La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) dio comienzo al paro nacional docente en reclamo por mejoras salariales y la recomposición del Fondo de Incentivo Docente (FONID), con una movilización que comenzó a las 10.30 y finalizaba en el Congreso de la Nación, donde la Policía terminó la marcha por medio de una represión.
Cuando la columna de docentes arribó a las inmediaciones del Congreso, la Policía de la Ciudad aplicó el protocolo antipiquetes dispuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: arrinconó a los docentes y reprimió con gas lacrimógeno a los manifestantes. En el lugar, además, se encontraba una carpa de jubilados, quienes reclamaban por una mejora en la fórmula previsional.
Los jubilados decidieron movilizar este jueves al Congreso antes de la reunión de Comisión de Seguridad Social, para pedir a los legisladores y legisladoras que se trate una nueva ley de movilidad que recomponga sus haberes y no se elimine la Ley de Moratoria, que el presidente Javier Milei critica y amenaza con derogar.
El operativo se llevó adelante en las calles Entre Ríos y Rivadavia, que estaban parcialmente cortadas. La fuerza de seguridad hizo un cordón para rodear a los manifestantes, comenzaron a empujar a los presentes hacia la vereda y reprimió con gases lacrimógenos.
Según indicaron docentes a la prensa que se encontraba haciendo la cobertura de lo que ocurría en el Congreso, la manifestación ocupó dos carriles de la calle porque no entraban en la vereda. Desde la Policía de la Ciudad estiman que había unas 800 personas en la protesta.
"Nos acaban de tirar gas en los ojos. Nos estan reprimiendo por reclamar plata para la educación de nuestros chicos. Nos pegaron con palos", expresó una docente que participó de la marcha, en diálogo con C5N. Otra de las trabajadoras de la educación presentes expresó: "Es una manifestación pacífica. Nos tiraron diréctamente a los ojos. Educamos a sus hijos".
