La carrera de Lionel Messi como futbolista arrancó con detalles que aportan más épica y condimentos particulares a su historia. Es sabido que al hacer las pruebas correspondientes apenas llegó a Bercelona, un dirigente del club se comprometió a fichar a la entonces joven promesa sellando el acuerdo de palabra con una inscripción en una servilleta de papel. Ahora, será subastada.
La subasta, organizada por la compañía británica especializada en la venta de artículos únicos y de colección Bonhams, se llevará a cabo entre el 18 y 27 de marzo. Según el diario español La Vanguardia, se espera que el precio de salida para este artículo ronde las 300.000 libras, equivalentes a unos 350.000 euros.
Se trata de un acontecimiento que no solo marcó la carrera de Messi, sino que también es un testimonio de los inicios más inusuales de un deportista con el club que lo catapultó a la fama mundial. El encargado de la extraña maniobra fue Carles Rexach, entonces secretario técnico del Barcelona, quien se aseguró por lo menos dejar claras sus intenciones de contratar al argentino que entonces tenía solo 13 años.
"En medio de la charla le pedí a un camarero un papel, y en una servilleta escribí de mi puño y letra: 'En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Señores Minguella y Horacio, Carlos Rexach, Secretario Técnico del Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas'", contó años más tarde sobre ese momento.
Es que, para ese momento, la familia Messi empezaba a impacientarse ante la falta de una respuesta oficial del club respecto al interés en el adolescente. Siempre les decían que volvieran al día siguiente, y así los tuvieron unas dos semanas. Cuando Jorge Messi, padre de Lionel, amenazó con volver a Argentina, Rexach decidió dejar en claro su compromiso, a la espera de la confirmación oficial.
La servilleta, que permaneció guardada en una caja fuerte durante años, es ofrecida en nombre de Horacio Gaggioli, quien era el representante del joven futbolista en ese momento. En algún momento se consideró la posibilidad de que formara parte de la colección del Museo del Barça, pero las conversaciones no prosperaron. Ahora, si el club catalán desea preservar este pedazo de su historia, deberá competir en la subasta.
