En las primeras horas de debate de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, resonó la denuncia de un escándalo que había trascendido ya la semana pasada y que esta vez señalaron abiertamente, desde el recinto, dos legisladoras de la oposición. Tanto Ana Carolina Gaillard, de Unión por la Patria, como Myriam Bregman, del FIT, presentaron cuestiones de privilegio apuntando a que el dictamen del proyecto se negoció y cerró ilegalmente por fuera del Congreso, entre un círculo reducido de dirigentes afines al oficialismo.
“El escándalo del dictamen es que convocaron a una reunión para dictaminar en un horario inusual para esta Cámara de Diputados. La semana pasada, ocho y media de la noche, convocaron para dictaminar este proyecto de Ley Ómnibus, para entre gallos y medianoche sacar un dictamen que hasta el otro día a las tres de la tarde no estuvo oficialmente en la Comisión. Ese dictamen fue firmado en blanco. Hubo un dictamen firmado en blanco y todos los que estamos acá presentes sabemos que el dictamen de mayoría no estuvo en la Comisión”, señaló Gaillard desde su banca.
Por lo dicho, Gaillard le dijo al presidente de la Cámara, Martín Menem, que le presentó una nota “para que conteste, a través de los secretarios de las comisiones, si el despacho estuvo ese día o no en la plenaria de comisiones”. Profundizando en la gravedad de los hechos, la legisladora reveló que “el diputado Daives le pidió al secretario de Asuntos Constitucionales el dictamen a las 11 de la mañana del otro día, y la Comisión de Asuntos Constitucionales le dijo ‘no contamos con el dictamen de mayoría’”.
“Es decir, se anunció el día antes que se dictaminaba esto que vamos a tratar hoy y al otro día el secretario de la Comisión de Asuntos Constitucionales le dice a un diputado ‘no contamos con el dictamen’. Claro que no contaban, si estaban en el departamento de Recoleta cerrando, acordando, lo que iban a poner, a sacar, lo que iban a negociar. Eso es lo que pasó, es una vergüenza y usted es responsable”, le dijo Gaillard a Menem al final de su exposición.
A su turno, Myriam Bregman hizo una denuncia similar. La diputada del FIT apuntó contra los gobernadores que “se llenaban la boca hablando de los pituquitos de Recoleta, pero que no les molesta ir a un departamentito de Recoleta a cambiar un dictamen que supuestamente tenía que haber salido de las comisiones”.
“No podemos empezar esta sesión como si acá nada pasara”, se indignó la legisladora y se refirió a la existencia de posibles “coimas” que puedan estar “tiñiendo” lo que se vote en esta jornada. Asimismo, explicó que su bloque no solamente presentó un dictamen de rechazo sino también una observación, que debería haber aparecido impresa entre los papeles de todos los diputados para la sesión de hoy pero que, sin embargo, no estaba.
Tal observación, indicó Bregman, trataba “sobre lo ocurrido con posterioridad a la emisión y presentación de los dictámenes” de la Ley Ómnibus. Además, declaró que presentaron a Martín Menem “una nota impugnando todo lo que aquí se trata, porque esto no es una ley, son muchas leyes y constituyen un verdadero cambalache”.
Cabe recordar que la web de Diputados define a las cuestiones de privilegio como “el acto de denuncia realizado por un legislador o varios de ellos, por el cual se pone en conocimiento de la Cámara en forma verbal (de viva voz), un hecho voluntario, atribuible a otro legislador o a un tercero, sea o no miembro de un poder del Estado, que implique violación de los fueros e inmunidades parlamentarias establecidos por la Constitución Nacional, con la finalidad de que ésta proceda a su averiguación o constatación, y adopte una decisión política o bien disciplinaria, de así corresponder, respecto del autor o de los autores del hecho”.