Al momento de ir a un cajero automático es importante prestar mucha atención, ya que un pequeño descuido puede dejarte con la cuenta vacía. Sin embargo, según los expertos en seguridad de los bancos, los usuarios pueden reducir los riesgos de sufrir estos inconvenientes si se evitan ciertos errores.
El primer error es insertar la tarjeta sin antes revisar el cajero automático. Para esto hay que revisar que la pantalla esté encendida y que figuren los mensajes habituales. Si se encuentra fuera de servicio es probable que pueda estar amañada. También es fundamental verificar que la ranura de entrada de la tarjeta esté firme, sin partes flojas, sin rastros de pegamento, y sin hilos ni nada raro que la obstruya o sobresalga.
Otro de los errores que pueden dejarte sin dinero en la cuenta es el hecho de marcar la clave antes de tiempo. Sólo hay que hacerlo una vez que aparezca en pantalla el pedido de actuar de esa manera. Tampoco hay que hacerlo si la máquina no parece haber detectado el plástico.
Por otro lado, el tercer error es marcar la clave sin tapar el teclado, ya que esto podría provocar que alguien vea o grabe nuestro PIN. “Mantené una distancia prudencial de otras personas. Al ingresar la clave siempre es recomendable cubrir el teclado y nunca decir los números y letras en voz alta”, aconsejan desde el Banco Provincia.
También es importantísimo saber que uno de los errores más comunes es insistir con una clave rechazada. En caso de que el PIN ingresado sea denegado, intentar una y otra vez con los mismos 4 dígitos sólo logrará que el cajero automático capture la tarjeta y la bloquee hasta el próximo día.
Tardar en retirar la tarjeta también es un error que puede costarte caro. Si el usuario, en vez de sacarla rápido, se distrae contando y guardando su dinero, la máquina la reingresará dentro del cajero. Por este motivo es recomendable no demorarse más de 30 segundos en sacarla.
Hay delincuentes que, haciéndose pasar por personas que casualmente estaban allí, ofrecen asistencia ante alguna situación extraña. Es por esto que jamás hay que aceptar este tipo de ofrecimientos.
Similar a esto es ir al cajero siguiendo las instrucciones telefónicas de un desconocido. Generalmente le sucede a los adultos mayores, por lo cual es importante hacérselo saber. “No divulgues tus claves a ninguna persona, ni por teléfono ni por e-mail. El banco nunca te lo solicitará por ningún medio”, explican desde el Banco Ciudad.
Por último, nunca hay que olvidarse de cerrar la sesión. Aunque la extracción ya esté hecha, es importante estar atento. El peligro es que algún delincuente aproveche para hacer operaciones en nuestro nombre.