Boca jugará la final de Copa Libertadores de América por decimosegunda vez en su historia el próximo 4 de noviembre ante el Fluminense de Brasil, y en el Maracaná de Río de Janeiro. Ambos equipos se enfrentaron seis veces por esta competencia, por lo que la definición del próximo mes será el partido número siete. Sí, como la cantidad de títulos que puede alcanzar el Xeneize en caso de ganar.

Sin embargo, hay que empezar con una aclaración. Boca y Fluminense tienen un partido previo al inicio de la competencia continental, que tuvo su primera edición en 1960. En 1956 se disputó un torneo que enfrentaba a equipos de Argentina, Brasil y Uruguay, y Boca disputó esta competencia junto a Racing, River, San Lorenzo y Lanús.

La competencia se jugó por eliminación directa y Boca enfrentó a Fluminense el 1 de julio de 1956 en el viejo Gasómetro, donde se impuso por 3-1, con dos goles de Antonio Angelillo y uno de José Borello. Los finalistas fueron Boca y Corinthians, pero por problemas de fechas el partido nunca se jugó.

Ya en tiempos de Copa Libertadores, hubo que esperar hasta 2008 para que los equipos se volvieran a ver las caras. Fue por la semifinal continental, que terminaría superando el equipo brasilero tras un empate 2-2 en cancha de Racing y ganar 3-1 en el Maracaná a un Boca que venía de ser campeón el año anterior.

Los goles del Xeneize en la ida fueron ambos de Juan Román Riquelme, mientras que en la revancha jugada en Brasil, los entonces dirigidos por Carlos Ischia iban a empezar ganando con un gol de Martín Palermo, pero los locales terminarían dando vuelta el partido para avanzar a la única final que tenían hasta ahora, donde perdieron con la Liga de Quito de Edgardo Bauza.

El resto de los partidos entre ambos fueron todos el mismo año, en 2012. Primero se iban a enfrentar en la fase de grupos, donde el Flu ganaría en la Bombonera por 2-1 (gol de Leandro Somoza), y Boca vencería en el estadio Joao Havelange 2-0, con tantos de Darío Cvitanich y Juan Manuel Sánchez Miño. Los brasileros pasarían primeros de la zona y el Xeneize en segundo lugar.

En los cuartos de final iban a volver a verse las caras. La ida se disputó en cancha de Boca, donde el local ganaría 1-0 con gol de Pablo Mouche. La revancha en Brasil iba a dar uno de los goles más gritados por los hinchas Xeneizes por aquellos años. Tras empezar perdiendo, Santiago Silva iba a decretar el empate con suspenso tras un contragolpe para evitar la tanda de penales en el último minuto y clasificar a semifinales. Boca luego avanzaría a la final, donde perdió con Corinthians.

Así, Boca se impone en el historial absoluto con tres victorias, dos empates y dos derrotas, aunque si nos quedamos solo con los partidos de Libertadores, está todo emparejado en dos. ¿Será el momento de finalmente levantar la séptima?