El ministro de Economía, Sergio Massa, llegó a un acuerdo con Unión Argentina de la Salud (UAS) para que el congelamiento de los precios en las cuotas de la medicina prepaga se produzca desde octubre hasta diciembre.

Tras una semana de tironeos, en la que las empresas incluso notificaron a sus usuarios del alza que se iba a producir en octubre, Massa terminó por imponerse y el sector de la medicina privada se unirá al llamado “plan freezer” para contener la inflación. Las empresas, sin embargo, lograron que la medida se retrasara un mes respecto del anuncio original y, dados los plazos apremiantes, facturaron las cuotas de septiembre en la segunda quincena de agosto, con un alza del 7,18%.

El nuevo anuncio fue acompañado de un comunicado del gremio empresarial, que aclaró que los afiliados que quieran acceder al beneficio deberán declarar que cuentan con ingresos familiares inferiores a 2 millones de pesos mensuales y que no cuentan con capacidad económica financiera a través de un aplicativo disponible en la web de la Superintendencia de Servicios de Salud.

Sobre este punto, detalló que se considera que el grupo familiar no posee capacidad económica cuando el titular o sus afiliados no sean propietarios de dos o más inmuebles; no posean tres o más vehículos, excepto los hogares donde exista al menos un conviviente con Certificado Único de Discapacidad; no sean titulares de una o más aeronaves o embarcaciones de lujo según la tipología aplicable por AFIP, o no sean titulares de activos societarios que exterioricen capacidad económica plena.

Guillermo Michel, titular de Aduana y líder del equipo designado por Massa para negociar los acuerdos de precios, desmintió que el sector de la medicina prepaga vaya a dejar de pagar el impuesto al cheque, pero confirmó que van a tener un plan de pagos para contribuciones e IVA, aunque solo por tres meses. “Van a pagar en cuotas con intereses y no hay un costo fiscal sustancial para el Estado”, cerró.