Por la inflación de los precios de los alimentos, de las tarifas y de los servicios, la canasta básica de la clase media aumentó mucho en los últimos meses. Y esto se vio más reflejado en la Ciudad de Buenos Aires.
Según informó la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña, una familia tipo debió ganar en abril $1.157.084,74 para pertenecer a la clase media, un 13,71% más que el mes anterior. Si alquila, esa misma familia tendría que tener ingresos por encima de los $1.500.000.
El estudio tomó en consideración el nivel de ingresos que debería tener una pareja compuesta por una mujer y un varón de 35 años de edad, ambos económicamente activos y propietarios de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años. Se trata del mismo grupo familiar que se toma para la determinación de las canastas de pobreza e indigencia.
Por otro lado, las familias con ingresos de hasta $442.238,67 se encuentran actualmente en una situación de indigencia. Esto significa que no tienen los recursos suficientes para pagar el costo de una Canasta Básica Alimentaria (CBA), es decir, no pueden cubrir las necesidades alimentarias esenciales.
Quienes cobren entre $442.238 y $766.146 se los considera que están en una condición de "pobres no indigentes", ya que pueden cubrir una CBA, pero no una Canasta Básica Total (CBT). En tanto, quienes tengan ingresos familiares de entre $766.146 y $925.667,78 se los reconoce en una situación de vulnerabilidad porque pueden cubrir una CBT, pero se encuentran cerca de la línea de la pobreza.
Las casas que tengan sueldos en total de entre $925.667 y $1.157.084,73 entran en la categoría de "sector medio frágil". No están al límite de la pobreza, pero tampoco son considerados clase media plena. Por último, según el estudio, los hogares con ingresos superiores a los $3.700.000 son categorizados como "acomodados".