Desde agosto, los salarios menores a $700.875 brutos mensuales no estarán alcanzados por el Impuesto a las Ganancias. De esta manera, el 90% de los trabajadores se mantendrá exento de la contribución, mientras que el 10% restante de mayores y altos ingresos pagará menos debido al agregado de que será retroactivo a enero de este año.

La propuesta del ministro de Economía, Sergio Massa, será elevada para que sea decretado por el Poder Ejecutivo. Se trata de la segunda modificación del año en el piso desde el que se tributa el impuesto, que comenzó el año en $404.062 brutos, y que fue aumentado en abril a los $506.230 brutos, que rige en la actualidad.

Además, y a diferencia de lo ocurrido en las otras actualizaciones del monto desde el que se tributa el Impuesto a las Ganancias, se definió un alza de 35% retroactiva a enero en las escalas que se utilizan para calcular el impacto del tributo. Así, lo retenido de más de enero a julio se devuelve al empleado en dos cuotas mensuales, con los salarios de agosto y septiembre de 2023.

En los meses en que la remuneración bruta sea mayor a los $700.875 y resulte inferior o igual a $808.101, los agentes de retención computarán una deducción especial incrementada. El nuevo piso equivale a 574.000 pesos de salario neto (en mano), tras los descuentos por jubilaciones y cobertura de salud.

Hasta ahora, pagaban el impuesto a las Ganancias 1.015.000 empleados en relación de dependencia. Según los cálculos oficiales, por el nuevo piso, dejarán de tributar el gravamen unos 320.000 trabajadores, mientras 715.000 tendrán una reducción en la carga tributaria por el aumento retroactivo de las escalas.

Esta medida se suma al alivio fiscal sobre el medio aguinaldo con la exención del medio aguinaldo del pago de Ganancias para los trabajadores en relación de dependencia que ganaban menos de $ 880.000 de salario.