Una mujer que trabajaba en un Hogar de Niños, dedicado a infantes vulnerables, de la localidad misionera de Puerto Rico, fue condenada a 25 años de prisión por corrupción de menores agravada. Se trata de Mirta Piris, quien era la encargada temporaria del lugar y obligó a algunos menores a mantener relaciones sexuales entre sí mientras ella filmaba.

Piris reconoció haber corrompido al menos a once de los menores del hogar y firmó un juicio abreviado. Con este acuerdo, que ahora debe ser ratificado por el Tribunal Penal 2 de Posadas, la mujer eludió el juicio oral que iba a empezar la próxima semana y que podría haber terminado con una pena de hasta 50 años de prisión.

La investigación se disparó en 2019, cuando la mujer se desvinculó del hogar, donde era mencionada por los menores como “la tía”, ya que las encargadas titulares eran nombradas como “mamás sustitutas”. Ella había ingresado al Hogar “Jesús Niño” en 2010, pero los hechos de corrupción comenzaron cinco años después.

Aparentemente, Piris solía golpear y maltratar a los chicos, que tenían entre 9 y 16 años, y al menos en tres oportunidades les hizo llevar los colchones de los dormitorios al living de la “casita” para lo que ella denominó “un juego”: hizo que los chicos se desnuden, se toquen, y a los más grandes los indujo a tener relaciones sexuales mientras ella los filmaba con su celular.

El fiscal a cargo de la causa, Vladimir Glinka, sostuvo que “uno de los motivos que nos llevó a firmar este juicio abreviado es que con esto evitamos la revictimización de los menores” al momento de revivir las traumáticas experiencias que les tocó vivir en el hogar.