En las últimas horas, llegaron a Rosario integrantes de Gendarmería para combatir la violencia provocada por el narcotráfico. Ayer, el presidente Alberto Fernández había anunciado una serie de medidas para reforzar la seguridad en la ciudad santafesina.
Después de la escalada de violencia que aumentó en la última semana con la balacera contra el supermercado de la familia Roccuzzo, la amenaza contra Lionel Messi, el asesinato de un nene de 11 años y la destrucción de la casa de un presunto narco por parte de los vecinos, el Gobierno nacional anunció el envío de fuerzas federales a Rosario "para afrontar la solución del problema". Así, empezaron a llegar varios efectivos desde varios puntos del país.
Desde el destacamento de Colonia Caroya, Córdoba, llegaron 200 integrantes del cuerpo de Gendarmería. Tal como afirmó Alberto Fernández, el rol que tendrá el Ejército en Rosario será para acelerar las "tareas pendientes de ejecución" en la "urbanización de barrios populares". "Estamos tomando decisiones contundentes", sostuvo el mandatario.
Según anunció el Presidente, el refuerzo de fuerzas federales será hasta alcanzar los 1.400 efectivos disponibles. Como medidas complementarias, se instalará en la ciudad una delegación de la Unidad de Información Financiera (UIF) para combatir el lavado de activos derivado del narcotráfico; se implementará el Sistema de Identificación Segura de Renper y se instalarán 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial.
"Vamos a poner en el centro de la escena a la autoridad del Estado para devolverle a la ciudad su vida en comunidad", había expresado Alberto Fernández. "No nos tiembla el pulso en combatir el crimen organizado. A quien resulte implicado con esas organizaciones, sea que lo haga activa o pasivamente, le caerá todo el peso de la ley. No aceptamos mezquindades ni especulaciones políticas", concluyó.