Los papás de las gemelas argentinas que se arrojaron de un tercer piso en Barcelona rompieron el silencio y a través de una carta expresaron el dolor por el momento y pidieron "comprensión y respeto".
Los abogados de la familia difundieron la carta a los medios de comunicación como forma de agradecimiento, pero también para solicitar que "la tragedia no se convierta en un circo".
En una parte del escrito se manifiesta enojo por la divulgación de información falsa: "El legítimo celo por la información ha provocado que, en ocasiones, se hayan publicado noticias poco veraces, infundadas e incluso contradictorias, nutridas de fuentes no siempre originarias".
"Esta avalancha en los medios de comunicación, dando por sentados hechos que no se ajustan a la realidad, pueden provocar incómodas situaciones: generando más dolor a la familia; contaminando la investigación llevada a cabo por la policía y, por último, politizando la tragedia", continuaron expresando.
En la última parte del texto la familia habló sobre la divulgación de la noticia de que la gemela que murió quería cambiarse de género: "Una vez más la familia agradece el apoyo prestado y solicita comprensión y respeto y quiere dejar claro que no se llamaba Iván. Se llamaba Alana".
En los últimos días el tema se volvió más resonante cuando compañeros de Leila y Alana dieron a conocer los macabros castigos que las adolescentes sufrían por parte del colegio cuando se protegían del acoso escolar.
Allí señalaron que eran encerradas en una "habitación fría" durante horas o que recibían sanciones más duras que los alumnos que las hostigaban y le hacían bullying.
Según confirmaron familiares de las adolescentes de 12 años, regresarán a la Argentina para tirar las cenizas de Alana cuando Leila se recupere y reciba el alta.
Con respecto a la gemela que sobrevivió, desde el hospital informaron que sigue en estado reservado a la espera de que se reponga de la mandíbula quebrada, las fracturas en los brazos y un pulmón comprometido.
