El sector de la carne cerró el 2022 con aumentos muy por debajo de la inflación acumulada anual. En total, el año pasado, tuvo un aumento del 42,4%, mientras que el índice de precios un 94,8%. Sin embargo, en las últimas jornadas sufrió un incremento desmedido. ¿Por qué?
En el Mercado de Hacienda de Cañuelas, principal mercado concentrador de la carne, hubo saltos de hasta un 30% en el precio de algunos cortes que se destinan para el consumo doméstico y estos aumentos ya se empezaron trasladar al mostrador. Entre $50 y $100 subieron algunos, pero se espera que en las próximas semanas el traslado a la góndola será de entre $300 y $400 para los cortes más consumidos.
Cabe señalar que estos saltos en los precios de la carne se dan porque en 2022 hubo una sobreoferta en el mercado por la sequía en el país y los ganaderos comenzaron a desprenderse de animales ante la falta de pasturas. Entonces, ahora los productores están ajustando sus precios a la inflación general anual del año pasado.
Actualmente, en diferentes barrios porteños los precios varían según el corte. En una carnicería de Mataderos el ajuste fue del 10%: el kilo de asado pasó de $1.260 a $1.400, el de vacío, de $1.530 a $1.700 y el de milanesa de nalga, de $1.620 a $1.800. En tanto, en una de Recoleta hubo incrementos por encima de la media y llegó al 35%: el kilo de asado pasó de $2.960 a $3.996 y el de milanesa de $2.556 a $3.412.
En este sentido, estos aumentos preocupan al Gobierno nacional por el impacto que puede tener en el índice de precios de enero. Estos saltos en los precios de los cortes representan el 8% de los gastos en los hogares de menores ingresos. Mientras tanto, en las familias de mayores recursos económicos, representan algo más del 2% de los gastos. Un incremento que repercutirá en el bolsillo de todos y, sobre todo, en los sectores más vulnerados.