A raíz de la polémica desatada por las autoridades del colegio de gestión privada Magno College de la localidad de Pilar, el periodista Gustavo Grabia analizó datos del Ministerio de Educación de la Nación que indican que son más las escuelas públicas que integran entre su alumnado chicos con y sin discapacidades que las privadas.
La semana pasada el Magno College fue noticia luego de que se difundiera el testimonio de un padre que denunció la exclusión de su hijo del colegio a causa de su discapacidad. El hombre relató que a Emanuel, que tiene 10 años de edad y padece Síndrome de Hunter, le negaron la renovación de la matrícula junto a otros 7 chicos por considerar que “bajaban la vara” de la institución.
Gustavo Grabia reflexionó en Radio Con Vos sobre estos hechos y los relacionó con la gestión de las escuelas, aportando datos que consultó en el Ministerio de Educación: de 17.100 niños con discapacidad escolarizados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 10.600 asisten a colegios integrados y 6500 a escuelas especiales. De los 10.600 que estudian en escuelas integradas, 10.400 lo hacen en instituciones de gestión pública.
Viendo la diferencia notable que hay entre la educación pública integrando chicos con discapacidad contra la escuela privada comenzás a verificar que lo que pasó en Pilar no es algo absolutamente aislado.
Gustavo Grabia
El periodista señaló además que en las escuelas especiales, que son específicamente para niños con discapacidad, la tendencia se invierte y son muchos más los niños que asisten a escuelas especiales privadas que los que asisten a escuelas especiales públicas. Basándose en estas estadísticas, Grabia consideró que es “notable” la diferencia entre la educación pública y la privada al integrar chicos con discapacidad. Para él, los datos permiten identificar “que lo que pasó en Pilar no es algo absolutamente aislado”, dado que estadísticamente las escuelas privadas tienden a integrar menos.
Grabia observó, también, que parece existir una tendencia nacional hacia la integración. Mientras que en el 2012 el 65% de los chicos con discapacidad de todo el país concurrían a escuelas especiales y sólo el 35% iba a escuelas integradas, en 2021 la proporción ya es del 50% para cada tipo de escuela. Según concluyó, en Argentina parece existir una política dirigida a la integración, “pero no parece estar acompañando ese esfuerzo la educación de la gestión privada”.