La inflación en los alimentos, siempre superior a la general, afecta especialmente a los sectores más humildes. Complica, también, la situación de los comedores y merenderos populares, las instituciones que se dedican a luchar contra el hambre en los barrios populares y los lugares más complicados del país. Por eso, un comedor de Rosario decidió organizar una "chorilenteada", y preparar y cocinar unos chorizos rellenos de polenta.
De acuerdo a los responsables de los comedores que llevan a cabo la llamativa protesta, ellos preparan comida para 500 personas, cuando hay comida. Walter Vallejos, referente de Luchadores Independientes Organizados (LIO), contó: "Los chicos y las madres vienen a retirar chorizos de polenta con carne en un tupper". En conversación con Telefé Rosario, añadió: "Lo hacemos en repudio a lo que está pasando". Comentó que el gobierno los ilusionó con "salir adelante y llenar las heladeras", pero estas "están vacías", y "no se puede comer porque no se puede comprar". "No queremos salir a la calle y marchar como hacíamos antes porque hay una interna política a la que no queremos sumarnos", relató.
Desde Nación hace seis meses que no nos mandan nada
Vallejos realizó un retrato de la situación social: "Los chicos salen a la calle a juntar cartón o vender rosquitas, se chocan tratando de vender algo o conseguir harina". "En los barrios más carenciados, la droga y los bunkers están a la orden del día", añadió. Además, el dirigente social explicó por qué cree que no llegan alimentos a su organización, y destacó que los programas llegan a las grandes organizaciones de Buenos Aires y no a las organizaciones independientes, "con otra mirada". "Desde Nación hace seis meses que no nos mandan nada", destacó el dirigente de LIO.
Los dos comedores que llevaron a cabo la llamativa protesta son Madres Unidas, que se ubica en el barrio Parque Casas de Rosario, en Ghiraldo al 2100, y el espacio "Un Sol", ubicado en Caracas y La Paz, de Granadero Baigorria.