El Liverpool se consagró campeón de la Copa de la Liga inglesa tras imponerse al Chelsea por penales, después de un 0 a 0 en los 90 minutos reglamentarios y en el alargue.
En total, se patearon 22 penales. Hubo 21 aciertos consecutivos a partir de la altísima efectividad de los futbolistas de ambos equipos.
Cuando llegó el momento de los arqueros, el irlandés Caoimhin Kelleher acertó su disparo y le tiró toda la presión a Kepa. El arquero español se paró desde los doce pasos, tomó carrera y finalmente mandó la pelota por arriba del travesaño, dándole así la consagración a los de Klopp.