La historia de la uruguaya Alfonsina Maldonado no es como la de cualquiera. A los 6 meses de edad, mientras dormía en su cuna, una vela encendida cayó sobre ella y le produjo terribles quemaduras y le tuvieron que amputar una mano. Años después, esta situación no la detuvo y hoy representa a su país en los Juegos Olímpicos en Equitación.
En una entrevista con ¿Y Ahora, Quién Podrá Ayudarnos?, Maldonado contó su historia de vida donde describió los tremendos padecimientos que tuvo que pasar desde chica para poder recuperarse del accidente.
“Estuve cinco años viviendo en sala de aislamiento y me han hecho tratamientos hasta los 19. Me hacían cuatro raspajes al día y me introducían en coma inducido cada 15”, relató en Radio Con Vos.
La ahora mujer, señaló que los médicos del hospital siempre la atendieron con mucho amor y que la alentaban a que no renuncie a sus sueños. “El médico que me hacía los raspajes me preguntaba qué iba a hacer cuando fuera grande y yo le decía “atleta olímpica”. Entonces, él me respondía: “los atletas olímpicos no lloran y si no llorás tenés un día para salir fuera del hospital”, dijo.
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De esta manera, la técnica agropecuaria y personalidad de televisión uruguaya afirmó: “Me siento afortunada de haber podido transformar un dolor en un sueño. Doy conferencias, voy a hospitales y les cuento a los niños que hay que cerrar los ojos y soñar lo que uno quiere ser cuando sea grande para que sea el motor de tu vida”.
“Vivimos en una Latinoamérica donde hoy en día, la falta de un miembro de tu cuerpo parece ser un tema tabú y no debería ser. No debería existir la palabra discapacidad, sino capacidad. Uno aprende a vivir de otra manera. Fuerte, con pasión y plenitud y luchar por lo que uno quiere sin excusas”, argumentó la mujer.
Consultada acerca de cómo surgió su pasión por los caballos, ella explicó que toda su familia eran trabajadores rurales, que ella misma es “de campo” y que incluso iba a la escuela a caballo. De todos modos, fue su abuelo quien le inculcó el amor por los animales y ella sintió una conexión muy especial desde el primer momento. “Fueron mis primeros amigos que me aceptaron tal cual soy”, sostuvo.
Finalmente, luego de haber obtenido un Diploma Olímpico en los Juegos paralímpicos de Río de Janeiro en 2016, Maldonado sueña no solo con llegar a París 2024, sino que también, poder acceder al podio. “Voy por una medalla. Esta medalla va estar dedicada a todos los doctores que salvaron mi vida y a los que tienen sueños. Para mí, no existen los límites”, cerró.